Renée de Pallás, toda una vida dedicada al Arte, con mayúsculas. |
La veterana artista se refería a una fuerte bronconeumonía padecida luego de regresar de Francia, donde había viajado en compañía de unas amigas y que la mantuvo en cama durante varios meses. «Esta vez no llegó mi hora, será para después», diría en esa ocasión.
Después fue un año más tarde, luego de varias recaídas a causa de fuertes afecciones bronquiales que la mantuvieron hospitalizada en el Urólogico San Román durante una semana, hasta la mañana del 14 de noviembre de 1987. Su médico de cabecera, el doctor Reinaldo Muñiz Cano, le comentaría a la periodista Corina Yépez, del diario Panorama: «Luchó contra viento y marea como una “generala” para seguir con vida». Tristemente, su cuerpo no pudo ganar esta fuerte batalla, a pesar de ese espíritu indómito que la acompañó siempre.
Fuente: Diario Panorama |
Su nacionalidad siempre ha sido motivo de polémicas: se ha señalado que era cubana, española y hasta argentina. Sin embargo, ella misma develó sus orígenes venezolanos. Sus padres, el español Manuel Pedroso y la cubana Josefa Cabal, viajaron de España a Venezuela en 1906 para pasar unas cortas vacaciones en Trujillo, en una hacienda de un amigo, donde podían ordeñar vacas, comer carne fresca, además de respirar aire puro. «Un año después nací yo. Inmediatamente mi familia se fue a Cuba. Luego mi padre vendió todo y nos fuimos a España. Allí pasé muchos años y por eso conservo este acento».
Nació, entonces, el 12 de enero de 1907 con el nombre de María del Carmen Pedroso Cabal. De niña estudió ballet clásico, arte, pintura y música. Era muy soñadora y tocar el piano se convirtió en su pasión.
Su debut en la actuación se produjo de manera fortuita a los seis años de edad en Santiago de Compostela: «Necesitaban una niña para una obra de teatro a beneficio y por tratarse de esto último mi padre aceptó. Tuve un éxito tremendo aunque creo que fui novelera desde que nací».
Fuente: Foro Recordar es vivir. Las telenovelas del ayer. |
«Nunca me gustaron los jovencitos. Siempre he sido muy madura para mi edad, creo que en parte porque viajé mucho y él era ya un hombre. Nunca más volvió a existir otro para mí», expresó en una entrevista. «Era un gran músico, muy buen amigo de sus amigos. Lo quería todo el mundo. Era muy inteligente, muy guapo y elegante. Lo tenía todo, un gran don de gente. Era muy grato estar con él».
Fuente: rauldario.blogspot.com |
Renée, ahora de Pallás, volvió a Venezuela en agosto de 1926, en una gira con una compañía de teatro, en la que también estaba su esposo. Caracas y sus habitantes, por su chispa y su gentileza, les resultaron muy agradables. «Él, que era andaluz, me dijo: ‘Los caraqueños son andaluces’. Y como le gustó también el clima de esta ciudad, aquí nos quedamos», indicó.
La radio era su pasión. Acá con Luis López Puentes en Radio Rumbos. Fuente: Hombres de Radio (1986), libro de María Angélica Olivero. |
Dos años más tarde, Renée de Pallás se encontraba en el Zulia, de gira con una compañía teatral. Ella rememoraba (3): «La primera vez que visité Maracaibo fue en el año 28. Se viajaba para allá en barco, pasando por Curazao. Recuerdo también mucho los paseos a Lagunillas y Cabimas. Lagunillas estaba sobre el lago. Fui con una compañía de teatro. También íbamos a La Ceiba y tomábamos un tren por toda una selva hasta Valera. El camino estaba bordeado de cafetales […] Era mucho más lindo que ahora».
Hermelinda Alvarado, Mapy Cortés y Renée en Venezuela también canta (1951). Fuente: revista Encuadre No. 59, 1996. |
El 19 de agosto de 1949, en la Oficina Principal de Registro Público del Distrito Federal, los esposos Pallás manifestaron su voluntad de acogerse a la nacionalidad venezolana. Llama la atención que en el documento legal indicaron ser de nacionalidad cubana y que contaban con suficientes medios de vida provenientes de su trabajo, así como la propiedad de un terreno en la urbanización Los Chaguaramos. “Hace veinte y tres años que vivimos en este País, aquí tenemos nuestras más queridas amistades y casi toda nuestra familia, hemos sido felices…”, declararon en esa ocasión de manera formal.
La feliz unión se mantendría hasta 1967, cuando falleció el maestro Pallás. En 1982 (4) Renée afirmó: «Fue mi adoración. Cuarenta años lo adoré y él a mí. Fue mi gran amor y lo sigue siendo». Cuatro años más tarde (5), reafirmaba su devoción a la figura de quien fuera su esposo: «Fueron 40 años de matrimonio, toda una vida. Él murió […] y nunca más volvió a existir otro hombre para mí. Amigos tengo muchos, pero a todos los veo como puedo ver a una mujer, a una amiga.»
En el siguiente video se le puede ver en una escena de "Una muchacha...", donde aparecen Renée en su papel de Onelia y Haydée Balza, como Mónica Ruiz:
Fuente: canal Youtube de guanabanapuyua
En La Zulianita (1975), su personaje de Amelia de Arocha, madre de Juan Carlos Arocha (otra vez Bardina), la ubica en el rol por el cual se le conocería durante un largo tiempo: una dama de clase alta, orgullosa, a veces prepotente, inflexible y con cierta dosis de crueldad.
Recorte de prensa de una revista borinqueña. Fuente: Foro Recordar es vivir. Las telenovelas del ayer. |
Ivonne Attas, Renée de Pallás, Caridad Canelón y Herminia Martínez en Tres Mujeres. Fuente: ppdigital.com |
En Tres Mujeres (1978) interpretaba a María Fernanda Aranguren, un papel que recordaba con gran afecto «porque era una vieja templada, igualita a mi abuela, mandaba como un general». Luego le comentaría a la periodista que la entrevistaba: «Hablando de eso, sabes cómo me dicen en Chile: ‘La Generala’».
Captura de pantalla de Elluz Peraza y Doña Renée en una escena de la telenovela Emilia. |
Seguirían nuevos personajes en Buenos días, Isabel (1980), Ligia Sandoval (1981) y La Heredera (1982). En La Bruja (1982), con Flor Núñez, Daniel Lugo y Rubens de Falco, sorprendería en el papel de una anciana de mucha sabiduría y experiencia. Su personaje requería cierta dosis de misterio, por lo cual se le presentaba sentada en una cueva —supuestamente inmensa, en medio de “la selva”—, cubierta de una larga cabellera blanca y casi resplandeciente, mientras revelaba grandes secretos a Lucía (Flor Núñez). Para sorpresa de muchos, el pelo no era falso, sino su propio cabello.
Fuente: Panorama |
América Alonso y Renée en uno de los dramáticos de Venevisión. Fotografía: Carlos Marques |
Si bien poseía un apartamento en Caracas, sentía que su verdadero hogar estaba ubicado en El Junquito, una localidad cercana a la capital venezolana, de agradable clima y paisaje, donde mantenía un cuarto fijo en el Country Club. «Es mi casa, más que mi propia casa. Adoro la naturaleza y los animales, me gusta mucho el frío. El calor no. Allí tengo mis muebles, ropa de frío, ruanas…».
Una abuelita muy coqueta y "pata caliente". Fuente: diario Panorama. |
como fuera del país. Ella misma se autocalificaba de “pata caliente”: «Me gustan la montaña, la selva y los animales. La playa me mata, me aplasta. Fíjate que cuando me voy de viaje y llego a Maiquetía, me siento con ganas de tirarme al suelo, me asfixio». Anualmente acostumbraba preparar sus maletas y dirigirse a Europa: «cuando no puedo salir del país a España, Francia o Viena, donde viajo todos los años, entonces voy a los Andes, al Salto Ángel, no me gusta la vida de ciudad».
Confesaba además que le gustaban más los animales que la gente, sobre todo los gatos. «Tengo tres hermosas gatas: Chichí; Casilda, la más pequeña; y una linda siamesa llamada Pusi Pusi».
En aquella conversación, dijo a la periodista que le desagradaban las groserías y los términos que degradaban el lenguaje: «Por eso cuando los encuentro en los libretos, los cambio, porque pienso que no tenemos derecho a dañar nuestro idioma que es muy rico y hermoso».
Oscar Mendoza, Esperanza Magaz, Napoleón Deffit, Renée de Pallás, Diego Acuña y Olga Castillo en un especial musical de De Fiesta con Venevisión en 1982. Fotografía: Carlos Marques. |
Un año más tarde, compartía con Mirla Castellanos en el especial de televisión "Esta Noche Mirla", presentado por Carmen Victoria Pérez y con el actor Eduardo Serrano como compañero de tertulia y canto. Vale la pena verla, para demostrar porqué a casi 30 años de su desaparición física aún se le recuerda con gran afecto, como una figura entrañable, de las cuales ya no existen.
Fuente: canal youtube de Daniel Jiménez.
(1, 2 y 5) Diario Panorama, 30/03/1986, p. 3-12
(3, 4 y 6) Diario Panorama, 15/07/1982, p. 39
Estupendo trabajo. Es bien posible que mis abuelos estuvieran en la visita a Maracaibo que refieres, porque ellos estuvieron aquí en esa época presentándose. Ellos y René de Pallás eran amigos, y la telenovela Mamá, que como cuentas protagonizaba Libertad Lamarque, fue escrita por mi tía abuela Caridad Bravo Adams. Creo que fue su última telenovela (de la tía Carita), por cierto. A lo mejor tú lo puedes aclarar.
ResponderEliminarJuan Bravo
Me gusta este modo de reportaje con mucho detalles pero relatando a manera de cuento, lo que lo hace muy ameno, interesante y no aburrido. Además el respeto en pro del agasajado con el reportaje, sobre todo cuando se trata de una dama que aportó mucho en nuestra tierra... ¡Le felicito, excelente trabajo de investigación!
ResponderEliminarMuy ameno este trabajo periodístico sobre la inolvidable e icónica,a la ves irreverente, abuelita René de Pallas, un personaje elegante con frescura diría yo. Gracias José Gregorio.
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