lunes, 21 de febrero de 2011

Un siglo de la rubia platino




Su técnica era
la técnica del gángster:
ella portaba un pecho
como un hombre porta un arma.


Graham Greene




Cuando uno la observa en algunas de sus fotografías, nota que parecía mayor de lo que realmente era. Tal vez fuese el maquillaje recargado, o las cejas artificialmente aladas, o su actitud de “mujer que sabe” lo que le agregara años en esas imágenes a Jean Harlow, paradójicamente fallecida a la temprana edad de 26. El próximo 3 de marzo se cumplirá un siglo del nacimiento de esta diva que introdujo el arquetipo de la rubia sexy y descarada en las pantallas cinematográficas; y cuya breve vida daría alimento por décadas a los buitres de tragedias al estilo Hollywood.

Harlean Carpenter, su verdadero nombre, nació en Kansas, Missouri, en Estados Unidos de Norteamérica, en 1911. Se inició en el cine en pequeños papeles, hasta que llegó su oportunidad de la mano del magnate Howard Hughes en la cinta Ángeles del Infierno (Hell´s angels, 1930), con un parlamento memorable: vestida con un ligero traje de noche descubierto en la espalda, lo que evidenciaba la ausencia de ropa interior, ella preguntaba a su pareja: “¿Te impresionarías si me pongo algo más cómodo?” ("Would you be shocked if I put on something more comfortable?)”:



La audiencia deliró con su intervención, aunque los críticos no fueron tan benévolos. Luego fue estableciéndose en Hollywood, en cintas importantes como El enemigo público No. 1, La Jaula de Oro (traducción española de un título que le dio el sobrenombre con el cual sería conocida: Platinum Blonde o rubia platino), La Pelirroja y Mares de China.

La leyenda negra se ha afianzado en los escándalos posteriores, tales como sus varios romances con figuras conocidas como Clark Gable, el boxeador Max Baer y su prometido para el momento de su deceso, el actor William Powell. Sin embargo, el escándalo mayor lo protagonizó dos meses después de la boda su segundo esposo, el productor Paul Bern, quien fue hallado muerto en la casa de la pareja en 1932, en un oscuro suceso que los estudios Metro Goldwyn Mayer prontamente trataron de sepultar, pero que lejos de lo que podríamos suponer, no dañó la carrera de la actriz.

A Harlow la crítica cinematográfica de la época no la trató demasiado bien, aunque tardíamente se le reconoció su capacidad para la comedia. Ciertamente, Harlow era una presencia luminosa en la década de los treinta, cuando reinó encarnando a chicas “ligera de cascos”, como dirían las abuelitas: la recuerdo en una interesante galería de personajes que incluía a mujeres “duras” con corazón de oro, como en Tú eres mío y Tierra de Pasión, con un brusco Clark Gable; fría mujer de alta sociedad, en La Jaula de Oro; secretaria enamorada de su jefe, en Esposa contra secretaria; y, por supuesto, la ordinaria arribista, compañera de Wallace Beery, codeándose con los ricos en Cena a las ocho.

Harlow murió de una infección urémica el 7 de junio de 1937, cuando se encontraba filmando la película Saratoga, en pleno disfrute de su estrellato como máxima figura de la MGM. Su intempestiva muerte causó un enorme revuelo en la industria cinematográfica y dio paso a la leyenda trágica de la rubia platino, figura pionera que pronto sería sucedida por otra actriz rodeada por el drama, Marilyn Monroe. Ella, fanática conocida de la Harlow, la encarnaría en una memorable sesión fotográfica para Richard Avedon:


Un célebre diálogo
“Jean Harlow.- Estaba leyendo un libro el otro día…

Marie Dressler.- ¿Leyendo un libro…?

Jean Harlow.- Todo él trata sobre la civilización o algo así..., ¿sabes que el tipo decía que la máquina está en camino de ocupar el puesto de cada profesión?

Marie Dressler.- Oh, querida, esto es algo de lo que tú nunca tendrás que preocuparte”.

(Cena a las ocho, George Cukor, 1933)


Para quienes quieran conocer más acerca de ella, les recomiendo:

The official site of Jean Harlow

Días de cine. Mis inmortales del cine: Jean Harlow.

Una corta semblanza de esta bella actriz en El Criticón

Y nada mejor que esta reseña de TCM para recordarla en su centenario:

sábado, 5 de febrero de 2011

Un rebelde cumple 80 años

“Vive deprisa, muere joven y deja un bonito cadáver”.
Jim Stark. Rebelde sin causa

Este ocho de febrero James Dean, ícono por excelencia de la juventud rebelde norteamericana en los años 50, cumpliría 80 años, si la fatalidad no se hubiese cruzado en su camino aquel atardecer del 30 de septiembre de 1955, cuando su ligero porsche Spyder impactó contra un sedán Ford en una solitaria intersección al sur de Cholame, en California. Tenía 24 años.

Acababa de terminar el rodaje de Gigante, su tercer filme, protagonizado también por Elizabeth Taylor y Rock Hudson. Al este del Edén, de Elia Kazán, había causado excelentes críticas y estaba a la espera del estreno de Rebelde sin Causa, dirigida por Nicholas Ray, en la cual encabezaba el elenco junto a la dulce Natalie Wood y Sal Mineo. Sin embargo, cuando los jóvenes de su época le vieron encarnar a Jim Stark, el abatido protagonista de Rebelde sin causa, ya James Dean había abandonado su presencia terrena y pasaba al olimpo de los mitos cinematográficos, rodeado de tragedia y convenientes rumores acerca de su vida sentimental, que han alimentado durante décadas a generaciones de seguidores.

Confieso que mi encuentro con James Dean no pudo ser más oportuno: a los 16 años, a través de su personificación de Cal Trask en Al este del Edén, la mejor de sus películas a mi juicio y la que mejor ha resistido (también según mi gusto) el paso del tiempo. Lo veía después de haber leído la extensa novela de Steinbeck en la cual se basa la cinta, centrada en un tercio de la trama escrita por el Nóbel norteamericano. Su imagen de joven incomprendido por el padre fue elemento seductor, complementada por su rebeldía frente a un mundo adulto retratada en Rebelde sin causa.

Durante años me encandiló su supuesta visión hedonista de la vida (Vive deprisa, muere joven...) y la necesidad de beber con avidez lo que la juventud te ofrece. Pero ya no tengo 16 años y al comprobar lo hermoso de ir envejeciendo luego de vivir a plenitud, mi visión personal de James Dean ha evolucionado desde ese mito de joven rebelde a la certeza de la tragedia de la vida acelerada, truncada cuando aún no ha llegado a la plenitud de su potencial.

Imagino que como yo, desde diversos espacios le recordarán. O tal vez el silencio empiece a ocupar la memoria evasiva de la audiencia, siempre en la búsqueda de nuevas vidas que escudriñar en esta época de acosadoras vitrinas mediáticas.

James Byron Dean
(Marion, Indiana, USA, 8 de febrero de 1931 / California, 30 de septiembre de 1955)

Lo que dicen que dijo

“Nadie ha hecho nunca nada por mí. No le debo nada a nadie”.

“Hay que vivir deprisa. La muerte llega pronto”.

“Interpretar es la manera más lógica de expresar nuestras neurosis”.

“Sueña como si fueras a vivir siempre, vive como si fueras a morir hoy”.


"Si tuviera que escoger, yo preferiría tener el silbido de la gente en lugar de su bostezo. Cualquier figura pública se establece como un objetivo y es la posibilidad que él toma. La mayor parte de nosotros tiene más de una opción y yo decidí ser lo que soy, aún con los restos de un muchacho de granja en Indiana... A pesar de las infinitas probabilidades y problemas a lo largo del camino, nunca lo he lamentado".


Lo que dijeron de él

“James Dean en sólo tres películas se ha convertido en un personaje más que en un actor…Con James Dean, la identificación es a la vez más profunda y más total porque su personaje lleva consigo nuestra propia ambigüedad, nuestras contradicciones y todas las debilidades humanas”. Francois Truffaut


"Dean no lo hace mejor que los demás, lo hace de manera distinta y lo adorna de tal forma que ya estamos cautivados desde ese momento hasta el final".
Francois Truffaut

“En realidad no era un rebelde, al menos no en el sentido de que rechazase a sus padres o dijese: ‘Dejadme en paz, no quiero tener nada con vosotros’ […] En realidad quería decir: ‘Escuchadme’ ‘Oídme, queredme’ ". Natalie Wood

“Murió en el momento justo. Si hubiera vivido, nunca hubiera logrado estar a la altura de su publicidad”. Humphrey Bogart.

“James Dean era el alma de nuestro tiempo, deteriorada pero hermosa”
. Andy Warhol.

Para consultar:

James Dean ha muerto, por Francois Truffaut, Página 12, 26 de enero de 2008, en http://www.pagina12.com.ar/diario/verano12/subnotas/98011-30982-2008-01-26.html

Dean (2007), serie Movie Icons, Editorial Tashen.

James Dean. Fifty years ago. Dennis Stock (2005)