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domingo, 15 de enero de 2017

Centenarios y otros aniversarios

Danielle Darrieux en su juventud.
Danielle Darrieux en su exquisita ancianidad
2017 no es el mejor año, así que hemos de buscarle excusas para tratar de sobrevivirlo. Repaso mis notas y el pesar me abruma: sabes que estás envejeciendo cuando las referencias más importantes en tu vida se acercan al primer siglo o ya han muerto.

El cine celebra este año el centenario de una de las leyendas francesas vivas más encantadoras de mediados del siglo pasado: Danielle Darrieux (1 de mayo), quien protagonizara, entre otras cintas La Ronda, Madame de… y El Placer. Sin embargo, también habrían celebrado sus cien años Ernest Borgnine (24 de enero), Zsa Zsa Gabor (6 de febrero, fallecida el pasado mes de diciembre); la extraordinaria cantante Ella Fitzgerald (25 de abril), así como la actriz de los clásicos Sospecha y Rebeca, Joan Fontaine (22 de octubre).

Zsa Zsa Gabor habría cumplido 100 años en 2017
Ella Fitzgerald, otra centenaria de este año

Ernest Borgnine, inolvidable villano cinematográfico
Joan Fontaine, la Rebeca de Hitchcock

2017 es el centenario de Pedro Infante
Pedro Infante, uno de los más carismáticos cantantes y actores de la Edad de Oro del cine mexicano, celebraría el 18 de noviembre su cumpleaños número 100, por lo que seguramente el país azteca y toda Latinoamérica se prepara para celebrarlo en grande, tal como lo merece una de sus figuras más queridas. Por cierto, también se cumplen 60 años del trágico accidente de aviación donde perdiera la vida el 15 de abril de 1957.

Juan Vicente Torrealba
Los venezolanos también tenemos motivos para festejar: el músico y compositor Juan Vicente Torrealba, maestro del arpa llanera y uno de los artistas nacionales de mayor renombre, cumple el 20 de febrero un siglo de vida. Además, el 3 de agosto se cumplirá el primer centenario del natalicio del compositor e intérprete de la guitarra clásica, Antonio Lauro, fallecido en 1986; y del inolvidable narrador y cronista del béisbol venezolano Hermán “Chiquitín” Ettedgui, nacido el 31 de julio de 1917 y fallecido en 2012. El otro aniversario de relevancia ―esta vez luctuoso― es el de la extraordinaria pianista, directora y empresaria Teresa Carreño, quien murió el 17 de junio de 1917.
Antonio Lauro, legendario guitarrista autor del vals Natalia

Augusto Roa Bastos
Juan Rulfo
En el ámbito literario, se cumplen 100 años del nacimiento del escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, autor de Yo, el Supremo ―nacido en Asunción el 13 de junio de 1917 y quien recibiera el Premio Cervantes 1989―; y del novelista mexicano Juan Rulfo (16 de mayo de 1917 / 7 de enero de 1986), entre cuyas obras memorables se encuentran Pedro Páramo y El llano en Llamas.


Los pastorcitos y la aparición de Fátima
Otros centenarios de 1917 que vale la pena recordar: fallecimiento del escultor francés Auguste Rodin (12 de noviembre de 1840 / 17 de noviembre de 1817); la aparición de la Virgen de Fátima (13 de junio de 1917) y el lanzamiento del tango La Cumparsita.

Uno de las más hilarantes escenas de Una Eva y dos Adanes tiene precisamente como fondo musical el famoso tango, el cual pueden apreciar en el video:



Pero, si miramos aún más atrás, otros aniversarios relevantes llegan a partir de enero: por ejemplo, los 190 años del nacimiento del pintor de las escenas históricas Martín Tovar y Tovar (10/01/1827); el centenario de la inauguración del Museo de Bellas Artes de Caracas (19 de enero de 1917); los 200 años del nacimiento del general Ezequiel Zamora (01/02/1817), líder de la Guerra Federal; los 440 años de la fundación de Barinas (25/05/1577); los 130 años del nacimiento del pintor de la vida de Bolívar, Tito Salas (08/05/1887); los 490 años de la fundación de Coro (26/07/1527); los 200 años del fusilamiento del general patriota Manuel Piar (16 de octubre de 1817); y los 220 años del nacimiento de Manuela Sáenz, la llamada Libertadora del Libertador (27 de diciembre de 1797).

Medina Angarita, el ciudadano 00001
Hace 70 años, exactamente el 14 de diciembre de 1947, se realizaron las primeras elecciones presidenciales libres y directas en Venezuela; y 75 años atrás (3 de noviembre de 1942) se emitió la primera cédula de identidad en nuestro país, otorgada con el número 0001 al entonces presidente de la República, el general Isaías Medina Angarita.

Puente Angostura

Pareciera no tan lejano, pero hace 55 años se creó el Parque Nacional Canaima el 12 de junio de 1962 y el 6 de enero de 1967, hace apenas 50 años, se inauguró en Ciudad Bolívar el Puente Angostura; falleció José Martínez Ruíz, conocido en el mundo de las letras como Azorín (1813 – 02/03/1967); fueron publicados además títulos fundamentales para la literatura española contemporánea, como Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez; y Celestino antes del Alba, del cubano Reinaldo Arenas. Ese año el peruano Mario Vargas Llosa recibió el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, en su primera edición, por su obra La Casa Verde.


El 25 de diciembre de 1977, hace 40 años, falleció en su casa en Suiza uno de los grandes genios cinematográficos, Charles Chaplin; y hace 50 años, el 29 de julio de 1967, Caracas se estremecía hasta sus cimientos debido a uno de los terremotos más devastadores sufridos en nuestro país.


John Wayne, Fay Wray, Peggy Ashcroft, Gene Autry y Laurence Olivier

Sin embargo, las fechas para recordar no terminan aquí: este año se cumple el 110 aniversario del nacimiento de la actriz Peggy Ashcroft (22 de diciembre), ganadora del Oscar en 1984 como actriz secundaria por su actuación en Un pasaje a la India; del vaquero cantante Gene Autry (29 de septiembre); del recio actor de Hollywood John Wayne (26 de mayo); de la sensual compañera de King Kong en la versión de 1933, Faye Gray (15 de septiembre); y del gran actor inglés, Sir Laurence Olivier (22 de mayo).

Llegan a los 90: Sidney Pottier, Harry Belafonte, Roger Moore,
Gina Lollobrígida y Juliette Greco
Debemos alegrarnos, eso sí, porque varias leyendas del cine aún nos acompañan y celebran 90 años. Ellos son Sidney Pottier (20 de febrero), Harry Belafonte (1 de mayo), la actriz francesa Juliette Greco (7 de febrero), la actriz italiana Gina Lollobrígida (4 de julio) y Roger Moore (14 de octubre), el intérprete de James Bond, agente 007, en cintas como La espía que me amó y Moonraker.

Octogenarios famosos; la cantante Roberta Flack (10 de febrero), el actor Warren Beatty (30 de mayo), las leyendas del cine Jack Nicholson (22 de abril), Dustin Hoffman (8 de agosto) y Anthony Hopkins (31 de diciembre); el cantante Triny López (1 de junio); los directores Claude Lelouch (30 de octubre) y Riddley Scott (30 de noviembre); así como la actriz Jane Fonda (21 de diciembre).

Octogenarios: Roberta Flack, Warren Beatty, Jack Nicholson, Dustin Hoffman, Anthony Hopkins, Trini López, Claude Lelouch y Riddley Scott
En tiempos de aumentos salariales compulsivos, es oportuno recordar que el 18 de diciembre de 1937, hace 80 años, el gobierno venezolano aprobaba el aumento de… ¡un bolívar! que los trabajadores petroleros exigían a las empresas transnacionales. Con tan pírrico ajuste salarial y hielo para el agua en las gabarras, se dio por terminada la histórica huelga que mantuvo paralizada la actividad petrolera en nuestro país ese año.

domingo, 28 de agosto de 2016

Memoria sentimental de un imaginario viaje por el mundo

Juego Memoria del Mundo, con las imágenes del album de barajitas
cuyo nombre no recuerdo. Fotografía: José Marcano
La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados.

Jean Paul

Misionera yugoslava nacionalizada india(1910-1997)


Mis primeros conocimientos acerca de nuestro planeta no provinieron de un Atlas Universal o de una enciclopedia, sino de un álbum de barajitas cuyo nombre no recuerdo. Era el año 1972 y yo cursaba primer grado.

De las pequeñas emociones que guardo de mi niñez, una de las más duraderas ha sido la expectativa que me generaba la adquisición en el abastos El Águila de mi provisión de sobrecitos para llenar el álbum. Cada uno, contentivo de cinco barajitas, costaba un medio (0,25 Bs.), lo cual representaba la mitad de mi asignación para la merienda escolar. Gustoso la sacrificaba con tal de comprar religiosamente, cada día, el empaque tan esperado.

Estructurado por secciones según regiones geográficas ―América del Norte, Centroamérica, Surámerica, Europa, Asia, África, Oceanía―, el álbum iniciaba cada apartado con un mapa ilustrado a página completa, seguido por banderas de los países y luego ilustraciones de costumbres, plantas, animales o aspectos curiosos de cada continente. En el espacio que debía ocupar la barajita, se leía la explicación correspondiente a la imagen.

Imágenes de nuestro mundo: Europa. Juego Memoria del Mundo.
En este viaje imaginario que transitaba como un descubrimiento cotidiano ―yo, que a mis siete años no había salido nunca de mi Cabimas natal― supe de la venta de quesos en el mercado popular de Holanda; la llamada al ordeño de las vacas mediante una trompeta en Suiza; los encierros de toros en Pamplona (España) y los espectáculos taurinos en dicho país; así como la práctica de la corrida de la sortija, con reminiscencias medievales en Europa.

Imágenes de nuestro mundo: África. Juego Memoria del Mundo.
La sección de África me sorprendía con Petra, la ciudad tallada sobre la roca en Jordania; los vendedores de agua en Marruecos, ataviados con sombreros de campanitas; la majestuosidad del monte Kilimanjaro en contraposición con las extensas llanuras en Kenia; las vicisitudes de las tribus nómadas Tuareg en el desierto del Sahara; la curiosa tribu Ndebele en Suráfrica, que decoraba con vibrantes pinturas geométricas sus viviendas; los pigmeos de la tribu Baka en Camerún y los esbeltos Masai,  asentados entre Kenia y Tanzania.

La sección de Asia mostraba las maravillas del Monte Everest, localizado en la frontera entre China y Nepal; el Monte Fuji, el Buda gigante y los luchadores de sumo en Japón; las danzas tradicionales y el particular boxeo con pies y manos en Tailandia; la caza del tigre de Bengala y los encantadores de cobra en India; las gigantescas trompetas de los monjes tibetanos; y las mujeres jirafas en Birmania.
Imágenes de nuestro mundo: Asia Juego Memoria del Mundo.
Imágenes de nuestro mundo: Asia. Juego Memoria del Mundo.
Imágenes de nuestro mundo: América
del Norte y Centroamérica. Juego 
Memoria del Mundo.

En América del Norte y Centroamérica se mostraban la danza de la serpiente de los indígenas Hopi y la danza del Búfalo por aborígenes norteamericanos; el volcán Izalco, en El Salvador, llamado Faro del Pacífico o Faro de Centroamérica; los Toritos llenos de luces de bengala en Cuernavaca, México; y la dura vida de los esquimales.

Imágenes de nuestro mundo: Suramérica.
Juego 
Memoria del Mundo.
En América del Sur destacaban, entre muchas otras imágenes extraordinarias, la imponente cordillera de los Andes; la ciudad de Machu Picchu, en Perú; el Salto Ángel, en Venezuela; los nenúfares gigantes en la amazonia brasileña; la caza del ñandú con boleadoras en la Patagonia argentina; los Moais en la Isla de Pascua (Chile); y el Carnaval de Oruro, en Bolivia, con la lucha entre el arcángel Miguel y el diablo.

Oceanía se mostraba misterioso y virgen, con indígenas maoríes cocinando en géiseres en Nueva Zelanda; cazadores de tiburones en Samoa; bailes sobre piedras incandescentes; pintores y tallistas de máscaras en Nueva Guinea; y aborígenes australianos corriendo en busca de la lluvia por las sabanas desérticas.
Imágenes de nuestro mundo: Oceanía.
Juego 
Memoria del Mundo.

La sorpresa de una barajita premiada me alegró un día: era la del Cuco, ave conocida por parasitar nidos ajenos, dejando a sus polluelos para que los alimenten los adultos de otras especies. ¿Qué gané? Felicidad, imagino, y alguna baratija que ahora no recuerdo.

Este álbum, casi lleno, lo guardé celosamente en mi casa paterna durante décadas, hasta julio de 2003, cuando un súbito ataque de comején me obligó, para mi pesar, a desecharlo.

Hace cinco años me reencontré con estas imágenes en un juego ―precisamente llamado Memoria del Mundo―, ese que en más de una ocasión compartí con mi hermana menor durante las "divertidas vacaciones" de nuestra infancia. La nostalgia afloró en mi mente al notarlo en los anaqueles de una vieja juquetería en Ciudad Ojeda y desde entonces me acompaña como testigo silencioso, durante las sesiones de trabajo en mi cuarto de estudio. De vez en cuando los Hopi, los Tuareg y los Masai se entremezclan con europeos y asiáticos, en súbitos arrebatos de pueril entretenimiento.

jueves, 11 de agosto de 2016

Francisco Javier Ibarra: “No voy a dejar una Mona Lisa”

Francisco Javier Ibarra.
(Foto cortesía Abaco Art Gallery & Store)
La primera impresión que ofrece Francisco Javier Ibarra a su interlocutor es que se está ante la presencia de un emprendedor, en el sentido estricto de la palabra. Por fortuna, también es un artista. Nada más inicia la conversación, enumera sus proyectos —a ejecutarse o en ejecución—: un video sobre Emerio Darío Lunar, la edición de tres libros propios, la organización de la gira Periplo Ilustrado, la exposición Color Vital, junto a César Rondón Arriaga (quien retoma su labor como pintor), actualmente en el Club Italo; y hasta la propuesta de creación del Museo de Arte Contemporáneo de Cabimas.

«Yo veo arte en todos lados», dice. «Veo exposiciones con músicos, fotógrafos, pintores, todos integrados, acá en Cabimas. Necesitamosvolver a nosotros, reivindicarnos con la naturaleza humana y nuestra ciudad».

Francisco nació en este municipio petrolero en 1976, aunque su origen familiar tiene una historia muy particular: «Pertenezco a la cuarta generación de los Ibarra. Mi bisabuelo vino de Siria con sus hermanos, en la búsqueda de una vida mejor. Sin embargo, fueron perseguidos al poco tiempo de su arribo por circunstancias de la época, que aún no tengo claras; ellos huyeron al monte y luego se separaron. Un guardia ayudó a mi bisabuelo y él, en su honor, se rebautizó como Francisco José Ibarra. Él le pondría a su primer hijo Francisco Manuel y este llamaría a mi padre Francisco Antonio, quien para seguir la tradición introdujo una ligera variante: me llamó Francisco Javier y a mi hermano Francisco Alejandro».

El Rincón del Compositor. Obra de Francisco Ibarra.
Fotografía cortesía Abaco Art Gallery & Store
Con estudios primarios en Cabimas, el bachillerato lo cursó en el liceo Andrés Bello, en Lagunillas, donde su padre fue director encargado, debido a la ausencia temporal del titular y de la subdirectora.

Yo pinto desde niño, desde que tengo uso de razón. La pintura siempre fue una alternativa de distracción, un hobby, y sí, una necesidad de crear algo.

A la muerte repentina y a destiempo de su progenitor en 1994 —falleció de un infarto cuando apenas tenía 43 años de edad—, Francisco Javier trató de mantenerse en pie, como se esperaba de quien es el mayor de tres hermanos. Sin embargo, en algún momento esa aparente fortaleza se quebró y se sintió perdido. «Cuando creí que no podía hacer nada, comprendí que debía buscar algo que me sacara de ese estado. Entonces me volqué de nuevo en la pintura».

Recuerda que compró tres tejas, una lata de chimó y plasmó una de esas escenas con casitas de los Andes. Una semana después, las hormigas habían devorado sus obras. Más tarde, tomó unas latas de pintura sobrante en su casa, preparó unos lienzos e hizo uno de sus primeros cuadros. «A mis amigos les gustaban e incluso me pedían que se los vendiera, claro, muy económicos, pero por lo menos me permitió seguir comprando materiales para continuar con mi labor».

Detrás del Huerto, de la muestra
Color Vital actualmente exhibida
en el Club Italo en Cabimas.
 Francisco se inscribió en la carrera de Gerencia Industrial en la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt (UNERMB), en Cabimas. A los 22 años, mientras cursaba sus estudios universitarios, trabajaba además como mesero en un café restaurant en Maracaibo, que a la vez era galería de arte. «Allí aprendí a servir mesas, a llevar una bandeja llena de vasos y tazas, a preparar más de 40 tipos 
de café…aprendí a ser yo mismo».

La idea que tenía de combinar estudios y trabajo no funcionó, principalmente porque su atención se orientaba hacia otros intereses. La carrera la abandonó en el séptimo semestre, como igual hizo con Contaduría en el cuarto semestre. Ya había participado en dos exposiciones: Euforia y Fortalezas, ambas en 1998 en Cabimas. En 1999 montaría Un poco de Calor, en Maracaibo; y en el 2000 presentaría Estudio de las flores y un amor en cautiverio, en el mismo café restaurant donde laboraba. Allí mostraría también las creaciones de Síndrome de Capricornio (Elemento Agua), una serie que años más tarde retomaría con nuevas muestras en Atlanta y Barcelona.

Espejismo No. 5. Obra de Francisco Ibarra.
Fotografía cortesía Abaco Art Gallery & Store
Para sorpresa de muchos, este prolífico artista cabimense acumula más de 30 exposiciones, entre individuales y colectivas, tanto en nuestro país como en el exterior, incluida su participación en el marco del Forum Barcelona 2004, en España. La historia de cómo llegó su obra a este escenario internacional es digna de una telenovela. Baste decir que sin dinero ni pasaporte, mucho menos conexiones en el extranjero, en plena resaca del paro cívico petrolero del 2002/2003, cuando todas las circunstancias apuntaban al fracaso de unas aspiraciones dentro de las cuales el arte había pasado a un segundo plano, el destino tornó las “casualidades” en “causalidades” y le permitió estar presente en uno de los espacios culturales más importantes de principios de este siglo. De allí que él afirme convencido: «Yo creo en las infinitas posibilidades» y todas estas experiencias las ha recogido en un libro con el mismo nombre, actualmente en edición.

Dominical 9-55. Serie Las Memorias del Aire.
Fotografía cortesía Abaco Art Gallery & Store
Durante dos semanas —que se extendieron a dos meses—, Ibarra pudo compartir con 258 artistas de todo el mundo, gracias al apoyo recibido por una galería independiente que tenía un espacio dentro de las actividades del Forum. En el marco de ese evento, presentó Síndrome de Capricornio (Elemento Fuego), en Barcelona, Mataró, Catalunya, Badalona y otras localidades ibéricas. Luego expondría Petal de Roca (Catalunya, 2004), Naturaleza Gótica (Barcelona, 2004) y tres colectivas en Mónaco (2004), Toulousse, Francia (2004) e Ibiza, España (2004).

Del 2004 al 2009 estuve viajando periódicamente a España. En 2007 presenté Las Fábulas de Cuervococo en varias ciudades de España y en el Boulevard Voltaire, en París. Ese año también abrí Própera Parada (Barcelona) y Próxima Parada (Cabimas y Oranjestad, Aruba).

Mayo Crepuscular. Fotografía cortesía cortesía Abaco Art Gallery & Store
Durante los dos últimos años, Ibarra ha contribuido con la organización de las muestras Las Memorias del Aire (individual), Yo soy de aquí (colectiva de artistas plásticos cabimenses) y la ya mencionada Color Vital, con César Rondón. Además, apoyó para la presentación de la individual Al otro lado del puente, del fotógrafo Miguel Ángel González, convirtiendo espacios no convencionales en áreas expositivas.

Una de las particularidades de su obra es el uso atrevido del color, especialmente en esta etapa de su vida creativa. Los elementos figurativos asoman desde el lienzo, a veces fragmentados, con trazos irregulares, aunque perfectamente definidos. En ocasiones la síntesis pictórica lleva a la simbología y raya en el abstraccionismo, algo que él considera como el próximo paso a seguir. «Me gusta que se vean trazos de carboncillo del dibujo que da origen a mis cuadros. Eso que para muchos es un defecto, para mí es un atractivo», agrega.

En pleno proceso artístico. Fotografía cortesía
cortesía Abaco Art  Gallery & Store
Confiesa que en este momento, la planificación se ha convertido en una particularidad dentro de su trabajo artístico. Aún antes de iniciar cada serie, sabe cuántas obras va a incluir, la dimensión de cada una de ellas, la paleta de colores definida con exactitud matemática. Cada uno de los lienzos resultantes, incluso, guarda una historia: «Creo que debe haber un lenguaje adicional en la pintura, a través de la expresión creativa. Y sí, es cierto, hay un lenguaje oculto en mis obras, está ahí. Puedo decir que literalmente escribo con el pincel, aunque no es una característica especial».

Según él, cuando pinta ejecuta pinceladas de determinada manera que prácticamente se convierten en una escritura propia, reflejada en los trazos sobre el soporte elegido.

Ibarra no oculta su interés en las opiniones que los espectadores expresan acerca de sus pinturas: «A la gente le incomoda mucho ver una obra y no poder entenderla. Siempre trata de definir lo que está en los cuatro márgenes de los cuadros y en ocasiones esa apreciación coincide con lo que yo quiero decir, en otras no y eso me llama la atención. Lo que ellos ven y dicen que yo hice».
Pajarraco No. 4. Obra de Francisco Ibarra.
Fotografía cortesia Abaco Art Gallery & Store
La acogida de su producción artística ha sido buena: «A las personas le gusta lo que hago y yo aprovecho eso para proyectar mi trabajo». Su identificación con su público le ha conducido a diseñar estrategias que faciliten llevar sus creaciones a cualquier lugar del mundo. De allí nació lo que él llamó Arte Portable (Portátil tal vez sería la palabra más adecuada), formatos dispuestos para su fácil traslado y ubicación en los sitios más convenientes.

En los actuales momentos se encuentra afinando los detalles de su próxima gira llamada Periplo Ilustrado, la cual combinará diversas experiencias artísticas y lúdicas con los espectadores... hasta compartir un café.

No oculta su admiración por el artista coterráneo Emerio Darío Lunar, uno de los que considera como su inspiración: «Lunar hizo en su obra un punto de partida, sin saberlo o sabiéndolo, del Arte en Venezuela». Más allá de la aparente personalidad extravagante de Lunar, hay una historia que Ibarra desea contar junto a un grupo de colaboradores: «El Niño Lunar combina una historia ficticia con la historia de Cabimas y Emerio Darío de fondo. Quiero llevar un mensaje espiritual, que creo necesario en estos momentos para que haya una comunión entre tanta intransigencia y el Arte».

Esa motivación inspira también el proyecto para la creación del Museo de Arte Contemporáneo de Cabimas, que buscará reforzar nuestro sentido de pertenencia «y nada mejor que empezar por la parte más sensible, que es la cultura».

Las Memorias del Aire, libro actualmente en proceso de edición.
Fotografía cortesía cortesía Abaco Art Gallery & Store
El próximo lanzamiento de tres publicaciones le mantiene a la expectativa: Las Memorias del Aire, que reseña los últimos 15 años de su trayectoria, incluyendo anécdotas, el origen de los conceptos y las obras que le llevaron a realizar la muestra homónima; Las Mujeres de mi Vida, texto autobiográfico; y el poemario Pequeñas Anécdotas de la Cafetería.

Además, maneja su proyecto más personal: Abaco Art Gallery & Store, en Ciudad Ojeda y quizá próximamente en Cabimas, el cual hasta el año pasado funcionó también como una academia de arte para los más pequeños.

Proyecto, proyectos y más proyectos: ¿No es mucho para una sola persona?

Mueve la cabeza de derecha a izquierda, con un mohín de despreocupación: «No, no… Tengo una energía, que es la misma que tú tienes, y yo trato de enfocarla, en buscar gente con mis mismas inquietudes, en liderar iniciativas, buscar apoyos; mientras otros pierden esa energía en criticar sin desarrollar su potencial, yo me concentro en hacer cosas, en ocasiones simultáneas…y resultan».

Francisco recuerda su visita al Museo del Louvre, donde tuvo la oportunidad de admirar —como todos— la obra maestra de Leonardo Da Vinci. Sin embargo, lejos de sentirse fascinado por la pintura en sí, le inquietó el tumulto generado alrededor de la famosa modelo: las personas con sus cámaras y celulares, arremolinados para “ver” el famoso cuadro, sin detenerse siquiera a apreciar las otras maravillas que le acompañan en la misma sala del museo. «Nadie ve lo que la Mona Lisa ve», comenta divertido. «Yo no voy a dejar una Mona Lisa, pero estoy seguro de que el trabajo que quiero consolidar puede tener trascendencia para nosotros».

Baby, Lil, Bill & King Oliver's Creole Jazz Band. Fotografía cortesía Abaco Art Gallery & Store

miércoles, 6 de julio de 2016

1976: El año del Dragón de Fuego...y del Gato

«En una mañana como de una película de Bogart
en un país donde el tiempo marcha hacia atrás
vas paseando entre el tumulto como Peter Lorre 
contemplando un crimen
Ella sale del sol en un vestido de seda que fluye
como una acuarela en la lluvia
No te molestes en pedirle explicaciones,
solo te dirá que llegó
en el año del gato»

Al Stewart

En la milenaria cultura china, el dragón es una criatura de origen divino de gran poder y de buena fortuna. Por ser un animal que puede atravesar el cielo y la tierra, simbólicamente también se le asocia con los cambios radicales.

Si atendemos a los oráculos del horóscopo chino, en los años dominados por esta bestia mítica los éxitos y los fracasos resultan magnificados. Aunque en líneas generales se visualizan con buenas expectativas, el año del Dragón de Fuego es especialmente temido, ya que hace más estragos que los dragones de los otros elementos (madera, agua, tierra y metal).

Según tales predicciones, estos periodos se caracterizan por grandes cambios, pues se encuentran marcados por muchas sorpresas y por sucesos naturales violentos. Bajo estos supuestos, la atmósfera cargada de electricidad que crea el poder del dragón afecta a todas y cada una de las personas. Así, en el mundo entero se producirían estallidos de mal genio, que se verían reflejados en alguna rebelión personal o colectiva, real o imaginaria, contra las restricciones establecidas.

En el último año del Dragón de Fuego —registrado entre el 31 enero de 1976 y el 17 febrero de 1977— figuraron hechos históricos resaltantes; por ejemplo, se produjo la reunificación de Vietnam del Norte y del Sur; y el arribo de la nave norteamericana Viking 1 al planeta Marte.

En Venezuela, 1976 se inició con una importante transición: el 1 de enero la empresa estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), creada el 30 de agosto de 1975, asumió formalmente la responsabilidad de extraer y refinar el petróleo venezolano, consolidando de esta manera la nacionalización del sector de hidrocarburos en nuestro país.

El acto fue conducido por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, quien pronunció un discurso desde el pozo Zumaque I, lugar del reventón de 1914. Como resultado inmediato las empresas transnacionales que antes explotaban el crudo (Shell, Creole, Mene Grande Oil Company, entre otras) fueron convertidas en filiales de PDVSA, gerenciadas totalmente por venezolanos. Nacieron las empresas Lagoven, Maraven, Deltaven, Meneven y otras nueve más, con lo que se iniciaba una nueva era en la explotación de la industria petrolera local.


El año anterior yo había vivido muy de cerca los cambios originados por la nacionalización petrolera, aunque de una manera distinta. Estudiaba quinto grado en una escuela para hijos de los trabajadores de la nómina mayor de la Creole. Esta tenía la particularidad de que en ella compartían estudios venezolanos y norteamericanos en áreas físicas completamente distintas dentro del mismo plantel: en un ala, los jovencitos “gringos” se formaban en su idioma natal, bajo su propio sistema de estudios, sin el rigor de vestir un uniforme; en la otra, los criollos asistíamos uniformados —pantalón azul de jean y camisa blanca los varones, jumper azul con camisa blanca las niñas— atendiendo a los criterios impuestos por nuestra Ley de Educación.

En septiembre de 1975, justo después del decreto de creación de PDVSA, los gringos abandonaron nuestra institución y fueron reinstalados en una ubicada en Las Morochas, Ciudad Ojeda. Para mi sorpresa, el nuevo año escolar nos recibió con montones de textos en inglés, apilados en el patio de juegos del colegio, destinados al desuso. Ya podíamos cantar el himno nacional al iniciar la semana sin compartir las notas de The Star-Spangled Banner ('La bandera tachonada de estrellas') y el juramento de los estudiantes norteamericanos. Ya no más compartir espacio en el patio de juegos ni en los autobuses que nos transportaban a casa. Próximo a cumplir los 11 años, los ajustes que se suscitaban a mi alrededor eran percibidos como si de un rompecabezas se tratara.

En ese año, el mundo de la aviación recibió con beneplácito el arribo del Concorde. El 21 de enero la aerolínea francesa Air France inauguró el servicio comercial de estos modernos aviones supersónicos destinados al transporte de pasajeros; tres meses más tarde, específicamente el 9 de abril, el Concorde comenzó a cubrir la ruta directa París-Caracas con frecuencia de un vuelo semanal. El servicio estuvo operativo hasta el 27 de marzo de 1982.


Los hechos ocurrían con una rapidez asombrosa, aunque en mi mente infantil no tuviese mucha importancia la visita histórica del Secretario de Estado de USA, Henry Kissinger —“ajedrecista planetario del imperio”—, quien el 16 de febrero arribaba al país como parte de una gira a Centro y Sur América, con una propuesta para la reducción de las fricciones políticas teniendo al petróleo como tema principal del diálogo.

Titular del diario Panorama sobre el caso Niehous
A pesar de que la guerrilla urbana había sido apaciguada, aún persistían peligrosos focos de lucha. El viernes 27 de febrero, el grupo Comandos Revolucionarios secuestraba a William Niehous, empresario estadounidense y vicepresidente de la transnacional Owens-Illinois. Un comunicado enviado a José Emilio Castellanos, reportero de sucesos del diario El Nacional, en Caracas, expresó claramente la intención de la privativa de libertad del industrial: «No cobraremos rescate. Será ejecutado. Lo consideramos enemigo de Venezuela».

Poco a poco se dieron a conocer los nombres de los presuntos responsables. Entre los implicados se mencionó a Carlos Lanz; Fernando Soto Rojas, quien huyó a Francia; y a José Aquino, tiroteado en el sitio del rescate tres años más tarde. Fueron detenidos además Mirelis Pérez Marcano, Salomón Mesa, Fortunato Herrera, Iván Padilla y David Nieves, quien luego fue indultado para que asumiera una diputación en el Congreso en 1978.

Jorge Rodríguez, padre
En medio de las investigaciones relacionadas con el secuestro, el 20 de julio fue detenido por agentes de la DISIP el dirigente estudiantil y secretario general de la Liga Socialista Jorge Rodríguez quien murió en reclusión cinco días después, luego de ser torturado. El entonces Ministro de Relaciones Interiores, Octavio Lepage, lamentó el suceso e inició investigaciones sobre el repudiable hecho. Arístides Lander, director de la Disip, y otros tres funcionarios, debieron responder ante la justicia por este asesinato.

En 1979, Niehous fue rescatado y regresó a Estados Unidos donde en una rueda de prensa declaró: «No quiero saber más nunca de Venezuela». Murió en 2013, a los 82 años. En cuanto a los presuntos responsables del hecho, aunque han ejercido funciones de poder en los últimos 14 años, ninguno ha hablado del secuestro excepto Carlos Lanz, quien escribió el libro El caso Niehous y la corrupción administrativa (1979).

Por esa época de alta conflictividad política mundial, el terrorismo mostró sus afilados colmillos en varios episodios sangrientos. El 4 de julio, las Fuerzas de Defensa de Israel realizaron la Operación Entebbe, en la que resultaron muertos cuatro terroristas palestinos que mantenían cautivos a 105 rehenes israelíes en el aeropuerto de Entebbe, cerca de Kampala, en la Uganda del dictador Idi Amín Dadá.

El comandante del equipo de asalto Yonatan Netanyahu fue el único militar israelí muerto durante la operación, pero entre los rehenes sucumbió la inmigrante judía británica Dora Bloch, de 75 años. Había sido internada horas antes en el hospital Mulago de Kampala y poco después del rescate fue sacada a rastras de la cama del centro médico y asesinada por dos militares a las órdenes de Amin. En la siguiente animación se resumen algunos de los aspectos relevantes de lo ocurrido en Entebbe:


En nuestro continente, la situación no era mejor: el 7 de septiembre espías de la dictadura chilena y mercenarios cubanos anticastristas dirigidos por el agente de la CIA Michael Townley asesinaron en Washington, DC, al excanciller chileno Orlando Letelier —a quien Pinochet le había quitado la ciudadanía chilena once días antes—, junto con su secretaria Ronni Moffitt.


Un mes más tarde, el 6 de octubre, un avión DC 8 de la aerolínea Cubana de Aviación partió con 73 personas a bordo desde Maiquetía con destino a Barbados y a Trinidad. Para consternación de todos, el avión explotó en el aire. Muchos de sus ocupantes eran deportistas y estudiantes de medicina. Por este acto de terrorismo fueron responsabilizados los cubanos Luis Posada Carriles y Orlando Bosch Ávila; así como los venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo Lozano.


En Argentina se abría uno de sus episodios políticos más oscuros: el 24 de marzo un golpe de Estado derrocó a Isabel Martínez de Perón e instauró un régimen militar hasta 1983, que dejaría como saldo 10.000 desaparecidos. La muerte de opositores se convirtió en una constante y varias masacres se produjeron con intervención directa de los militares en el poder.


Los estudiantes alrededor del mundo sufrieron crueles vejámenes: el 16 de junio en Soweto (Sudáfrica), aproximadamente 15.000 de ellos marcharon de manera no violenta. El Gobierno del apartheid ordenó a la policía que ametrallara a la multitud y en consecuencia murieron 566 jóvenes —entre ellos Héctor Pieterson, de 12 años, quien pasó a convertirse en emblema de esta lucha—. Varios días de luchas sangrientas se sucedieron en esa nación africana.


El 16 de septiembre se registró en Buenos Aires lo que se conoció tristemente como La noche de los Lápices,  en la que secuestraron a integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios quienes en 1975 habían reclamado el otorgamiento del boleto de autobús con descuento estudiantil. Todos fueron torturados por la dictadura militar, varios resultaron asesinados e incluso engrosaron la larga lista de desaparecidos durante ese vergonzoso periodo político.

En el video se muestra un tráiler de La noche de los lápices (1986), film de Héctor Olivera que recrea este suceso:


Finalmente, el 6 de octubre en Bangkok (Tailandia), los estudiantes de la Universidad de Thammasat realizaron una jornada de protesta contra el retorno del dictador Thanom. Una coalición de paramilitares de derecha y fuerzas gubernamentales asesinaron a más de 100 manifestantes en lo que se conoció como la Masacre de la Universidad de Thammasat.

La violencia también se exteriorizó en desastres naturales con miles de víctimas. La madrugada del 4 de febrero de 1976, los guatemaltecos fueron despertados por un terremoto de 7.5 grados Richter que dejó un saldo de 23 mil muertos y 77 mil heridos. El movimiento telúrico ocasionó daños de gran magnitud: destruyó más de 250 mil casas y cerca de un millón de personas quedaron sin hogar. Su duración se ubicó entre 35 y 49 segundos, según registros de las instituciones del estado en ese entonces, con un epicentro a más de 160 kilómetros al noroeste de la capital.

El 28 de julio se produjo otro violento movimiento de tierra en la ciudad de Tangshan, en China, el cual resultó el más mortífero de la historia con un total de 242.000 muertos, según cifras oficiales. En 2010, el director Feng Xiaogang realizó a modo de homenaje a las víctimas de la catástrofe la película Aftershock, la cual se convirtió en la producción más vista en la historia de ese país para la fecha:


Fue un año de pérdidas dolorosas para el país: el 25 de abril el poeta Aquiles Nazoa falleció en un accidente automovilístico en la Autopista Regional del Centro y también producto de una colisión murió la prometedora actriz Paula D’Arco, quien en ese momento intervenía en la telenovela Pobre Negro. El recio actor Edmundo Valdemar, acompañante de la occisa y milagroso sobreviviente del accidente, fallecería de causas naturales en junio de ese mismo año.

El 3 de septiembre, el avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea, que transportaba a todos los miembros del Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela (UCV), se estrelló cerca de la pista de aterrizaje del Aeropuerto de Lajes (Isla Terceira, en las Azores). Los 68 pasajeros, incluido el director del Orfeón, Vinicio Adames, fallecieron. En mi memoria, fue la última vez que en el país el luto nacional obligó a las radioemisoras a transmitir solo música sacra.

Rosalind Russell, por siempre Mame.
En el ámbito internacional, importantes personalidades se despidieron, entre ellos la escritora británica de novelas de misterio Agatha Christie, el director de cine italiano Luchino Visconti, el pintor alemán nacionalizado francés Max Ernst, el multimillonario excéntrico norteamericano Howard Hugues, el director de cine británico Carol Reed, el filósofo alemán Martin Heidegger, el director de cine alemán Fritz Lang, el escritor cubano José Lezama Lima, el líder político chino Mao Tse Tung, el artista norteamericano Man Ray, el escritor francés André Malraux y la actriz de Hollywood, Rosalind Russell.

Ese año se estrenaban en la pantalla grande Taxi Driver (Scorsese, ¿Are you talking to me?), Todos los hombres del presidente (Pakula: Redford y Hoffman en extraña pareja), Cara a cara (Bergman y Liv Ullmann de nuevo juntos), La Profecía (Richard Donner nos presenta al nuevo anticristo niño), King Kong (producida por De Laurentis con el debut de Jessica Lange), Carrie (De Palma y una inquietante protagonista: Sissy Spacek), Network (Lumet implacable frente al mundo de la televisión) y Rocky (Avildsen y un debutante con los puños en alto: Stallone).


En la cartelera nacional lograban altos índices de espectadores cintas como Soy un delincuente, de Clemente de la Cerda; Canción mansa para un pueblo bravo, de Giancarlo Carrer; Sagrado y obsceno de Román Chalbaud; y Los muertos sí salen, de Alfredo Lugo.


Las transformaciones en la televisión nacional no se hicieron esperar: en 1976  se registró la C.A. Venezolana de Televisión, teniendo como accionistas la República de Venezuela, la Corporación Venezolana de Fomento y la CANTV. Su antecesora, la Corporación Venezolana de Televisión (CVTV, constituida por el grupo Vollmer en asociación con Time-Life) se había declarado en bancarrota en 1974, por lo que había sido adquirida por el Estado Venezolano en septiembre de ese año. En VTV, Eva Moreno, quien había salido de mala manera de Radio Caracas Televisión (RCTV), protagonizó con éxito La mujer de las siete lunas, junto a Jorge Félix; y Gustavo Rodríguez interpretó a José Antonio Páez en El centauro del llano.

Para RCTV fue un buen año en las producciones dramáticas: Angélica significaba el debut exitoso como protagonista —junto a José Luis Rodríguez— de una jovencísima Mayra Alejandra. Esta pareja repetiría en Carolina con buenos resultados de rating, mientras el horario vespertino era dominado por Sabrina, con Helianta Cruz y Jorge Palacios.

Campeones. Fuente: Libro
25 aniversario RCTV
Las producciones de calidad con argumentos provenientes de la literatura nacional acapararon la atención: Doris Wells y Miguel  Ángel Landa se lucían con interpretaciones muy naturales en Campeones, adaptación de José Ignacio Cabrujas de la novela de Guillermo Meneses. La obra de Gallegos llegaba otra vez al público televidente con Canaima, protagonizada por Marina Baura; y Pobre Negro, con Miguel Ángel Landa y Doris Wells. Ya asomaba en el horizonte la llamada “telenovela cultural”. Sin embargo, ese mismo año el gobierno de Carlos Andrés Pérez suspendió la señal a RCTV durante tres días por “difundir noticias falsas y tendenciosas”.

José Bardina en Cumbres Borrascosas según Delia Fiallo

Para no quedarse atrás, Venevisión adaptó el clásico de Emily Brontë Cumbres Borrascosas, con José Bardina, Elluz Peraza y Eduardo Serrano. Estrenaba además la versión de Balumba, de Juan Filloy, con José Bardina, Elluz Peraza, Marianela Salazar y Judith Castillo. No obstante, Delia Fiallo volvió con las historias tradicionales en Mariana de la noche, con Lupita Ferrer y Bardina.

Juan Galea y su grupo interpretaron el tema musical de Balumba (1976)

La televisión norteamericana lanzaba las series—hoy devenidos en clásicas— La mujer Biónica, Laverne & Shirley, Familia, El show de los Muppets, la Mujer Maravilla, Los Ángeles de Charlie, Quincy, Espacio 1999 y Christie Love, las cuales serían transmitidas meses más tarde por nuestras televisoras.


En este año atípico y tan convulsionado, el Miss Venezuela no sería la excepción: el 24 de mayo, apenas unas pocas horas después de su coronación, Elluz Peraza renunciaba a su título, asumiendo en su lugar Judith Castillo. Luego de su matrimonio, Elluz iniciaría una exitosa carrera como actriz en la televisión nacional (su debut fue precisamente Cumbres Borrascosas), mientras Judith viajaba en julio a Hong Kong, China, para representarnos en el certamen Miss Universo donde se alzó con la banda de primera finalista.

En materia deportiva, se realizaron los Juegos Olímpicos de Montreal, donde el norteamericano Bruce Jenner en Decatlon y la rumana Nadia Comaneci en Gimnasia —primera puntuación perfecta en la historia de los juegos—, se convirtieron en las estrellas mediáticas de la competencia.

Nadia Comanecci en puntuación perfecta

Bruce Jenner en Decatlón

En música, el grupo sueco ABBA alcanzaba el éxito con tres sencillos de Arrival, su cuarto álbum: Dancing Queen; Knowing me, Knowing you; y Money Money Money. Jean-Michael Jarré maravillaba con su álbum mítico de sonidos electrónicos Oxigène y Al Stewart alcanzaba los números 1 de las listas internacionales con El Año del Gato.

ABBA: reina danzante

Jarré: Oxigeno

Mientras escuchaba los acordes de esa inolvidable canción reflexionaba acerca de los hechos turbulentos que caracterizaron 1976, el cual yo recordaba de manera tan plácida allá en la urbanización Tamare donde residía, rodeado de mis hermanos mientras Juan Carlos Moreno y La Gran FogataNo somos una banda más— suplicaban Más, mucho más y suspiraban Cuando me quieras.

A pesar de la alta conflictividad, fueron los años de la Gran Venezuela, esa en la que el desempleo alcanzó su mínimo histórico al ubicarse en 4%. En aquel paradisíaco entorno que era mi hábitat familiar, no había conflictos y cuando queríamos significar que algo nunca ocurriría, respondíamos: «Será en el año del gato».

En 1976, mi vecina gringa Laurie —rizos rubios, pecas en el rostro, shorts de infarto— se mudó de la casa de la esquina en nuestra calle y ya no tuvimos que soportar la desagradable presencia de David molestándonos en el autobús de regreso a casa. Tristemente dejó el paso libre a nuevos protagonistas criollos del acoso —el ahora tan comentado bullying— escolar. La música disco se instalaba en las radioemisoras y en las fiestas, mientras el mundo temblaba, explotaba y sufría. Paradójicamente, así es la vida. Por cierto, 2024 – 2025 será el próximo año del Dragón…de Madera.