Lupita, de muy buen ver, pero algo miope. Fuente: Grupo de Facebook Televisión y Cine en Retrospectiva. |
Muy emocionado, Martín señalaba: “Inmediatamente (y lo mejor) la encantadora y siempre bella Lupita Ferrer. La maracucha llegó acompañada por su señora madre, que también nos resultó encantadora. No sabemos la causa porqué ciertos periodistas la han tomado contra esta señora y su bella hija. Su adorable hija… ¡Qué bella es Lupita! Aunque un poco miope. Pero de todas formas ahora sí es verdad que pueden considerarnos sus verdaderos amigos…¡y quién no…! Y saben una cosa: esta muchacha puede resultarnos la primera dama de la República, si las elecciones primarias o secundarias no dicen otra cosa. Y no nos pidan explicaciones, pues nosotros no nos metemos en política”.
¿Qué, Lupita Primera Dama? ¿Con quién andaba de novia la actriz en esa época para que el columnista pudiera hacer esta afirmación? Una incógnita pendiente por develar.
Los humos subidos de Mirla
Nuevamente, en la columna Telechismes, de José Martín (Diario Panorama, 1967) se aseguraba que la vocalista Mirla Castellanos “tiene que bajarse de la nube en que está subida: la pava está de una pedantería que asombra, sin acordarse para nada que si bien es cierto que ella está en primer plano, no es menos cierto que hay en el patio otras tan buenas que en nada desmeritan. No perder de vista a la bella Mirtha, que está cantando como los ángeles y por si fuera poco muestra su encantadora simpatía, mientras Rosa Virginia Chacín exhibe su distinción y elegancia, aunada a una preciosa voz y depurado estilo. Así que no se justifica que Mirla ande con la nariz para arriba y menosprecie la calidad de sus compañeros, tanto actores como cantantes”.
En esa década, ya había grabado seis discos: Cante con Mirla (1961), Así es Mirla (1962), Mirla solamente Mirla (1963), Dominique (1964), Mirla Castellanos (1964) y Y volvamos al amor (1965). En 1967 lanzaría dos larga duración con su sello Velvet: La nueva Mirla e Imprévu (Cantando llega el amor), el cual hacía alusión a un perfume femenino de moda en esa época, mientras que el subtítulo se refería a la serie televisiva en la que participaba junto a Mirta Pérez y José Luis Rodríguez.
Sin embargo, aún sus mayores éxitos estaban por venir,: su participación en los festivales de San Remo (1968) y Benidorm (1969), donde triunfó con "Ese día llegará", de Manuel Alejandro, Luego vendrían otros festivales en el ámbito local e internacional, en los que siempre destacó. Las décadas de los 70 y los 80 serían su consagración definitiva como La Primerísima de Venezuela, un apelativo que le endilgó Ricardo Tirado y que popularizó el gran Renny Ottolina.
No sabemos si los supuestos "humos" que manifestaba la intérprete eran ciertos. Lo que sí es verdad es que aún hoy día, a Mirla Castellanos se le recuerda como una de las mejores cantantes de nuestro país. Y a Mirta y Rosa Virginia Chacín, también. Por cierto, Mirta y Mirla han compartido escenario más de una vez, en su espectáculo "Véanlas antes que se mueran". Todavía no hablan de retiro de los escenarios.
Prácticas de rating
De izquierda a derecha: Guillermito González, Rafael Briceño, Agustina Martín, Zulma Saady, Raúl Amundaray, Manuel Poblete, Amalia Pérez Díaz y Dante Carle, parte del elenco de El Derecho de Nacer. |
La afirmación de la columnista no dejaba de ser temeraria y falsa. Si bien La Gata, con Peggy Walker y Manolo Coego, rendía excelentes números de audiencia a la Corporación Venezolana de Televisión (CVTV, hoy VTV), El Derecho de Nacer es una de las producciones dramáticas más largas y con mayor éxito producidas en nuestro país, tanto por los numeritos de rating como por el impacto en el público. De hecho, fue la primera en transmitirse en capítulos de una hora de duración y se ganó a pulso el récord de la telenovela más larga en nuestra pequeña pantalla: dos años, dos meses, ocho días y dos horas, hasta que Por estas Calles en 1992 le quitó el título por escasos 19 días.
Raúl Amundaray se convirtió en una estrella gracias al personaje de Albertico Limonta y la aparición de Zulma Sady (Mamá Dolores en la trama) junto a su "hijo" generaba oleadas de emoción. Conchita Obach era la pareja de Amundaray y la frase "¿Ya Don Rafael habló?" se popularizó entre los venezolanos de la época.
A principios del presente siglo, Raúl recordaba esos momentos para el diario Tal Cual (11/06/2001): "Mi personaje era de locura.Yo tenía 24 años y era el Servando y Florentino de ese entonces. Las reacciones en la calle, en los recitales, donde varios personajes del elenco y yo participábamos, y en las giras eran impresionantes. Guardo grandes recuerdos, sobre todo la vanidad pasajera y la idolatría". Como vemos, Reyna erró totalmente en sus vaticinios.
Todas contra Marina
Marina Baura: algo más que Julia Pérez. Fuente: Grupo de Facebook Televisión y Cine en Retrospectiva. |
El o la comentarista precisaba: “Ahora que todo ha pasado nos preguntamos: ¿acaso ellas―a excepción de Doña Eva Moreno que es toda una señora actriz― no han sido siempre unas segundas de Marina Baura? Segundas, por cuanto ella por el survey ha sido la primera. Segundas, por cuanto en ningún momento han logrado protagonizar ―y si alguna lo hiciera, fue sin ningún éxito― una novela de nuestra televisión. ¡Lo mismo hicieron con Lupita Ferrer! Y dónde está ahora Lupita. Muy por encima de todas ellas. Entonces, ¿por qué tanta pretensión?”.
Oscar Martínez: un señor actor. |
El autor de la nota auguraba un nuevo éxito para Marina Baura “porque sabrá lucirse como sólo ella sabe hacerlo y porque sus compañeros harán que en todo momento se sienta bien respaldada. En el arte, máximo cuando se trata del prestigio de quien ha sido orgullo patrio, no deben existir fronteras de odio. Y el ejemplo que acompañará a Marina Baura estará por encima de todo eso, porque repetimos: no son figuras improvisadas. Son unos auténticos profesionales”.
La última frase resultó una verdad como un templo. Hoy en día Marina es recordada como la gran señora de la televisión venezolana.
Bardina… ¿pasado de moda?
De haber leído los comentarios de Panorama, no hubiese sido de extrañar que Bardina se dedicara a la bebida. Fotograma de La Zulianita (1977) |
José Bardina y Marina Baura: una Lucecita en Venevisión. |
Lupita y Bardina: una pareja memorable. Fuente: Foro Recordar es Vivir. Las Telenovelas del Ayer. |
Los vaticinios demostraron estar errados. Por ello, un año más tarde, Gui-san-ger (Diario Panorama, 27/10/1974) pedía que Lupita Ferrer regresara a trabajar con José Bardina: “Es la pareja ideal y la que está vendiéndole a Venevisión todas sus telenovelas en el extranjero. Es la pareja más premiada de toda América Latina y en Chile, Argentina, Panamá, México, Estados Unidos, está ocupando los primeros lugares de sintonía”.
Boves, nada constructivo
Gustavo Rodríguez: un Boves muy convincente. Fuente: Archivo RCTV. |
Recomendaba Rosalinda ofrecer “algo menos amargo” con su dosis de frivolidad, por ejemplo, Ifigenia, de Teresa de la Parra.
Los temores de la columnista demostraron ser infundados. No solo Boves, el Urogallo se convirtió en una excelente producción dramática y en un triunfo para RCTV y Gustavo Rodríguez, sino que además tuvo el respaldo de crítica y público. Ifigenia también se produciría cinco años después, en una telenovela corta de muy buena factura, donde se lució Amanda Gutiérrez en uno de sus mejores papeles en VTV. Cuando hay calidad, siempre se ha dicho, vale la pena tomar riesgos.
Roban a La Chica del Tiempo
El 11 de febrero de 1976, el diario Panorama (p.27) informaba que Inés Sancho Fernández “La Chica del Tiempo” había recibido la visita de los delincuentes: en horas de la madrugada, los hampones se habían introducido en el establecimiento comercial Parador Eléctrico, propiedad de Sancho, el cual se encontraba situado en el Pasaje Zingg, en Caracas. Tras forzar la puerta de entrada del negocio, los malvivientes procedieron a llevarse numerosos objetos valorados en miles de bolívares, toda una fortuna para esa época.
Inés Sancho, acompañada por el equipo de El Observador (1975): Guillermo Vílchez, Eladio Lárez y Antonio José Marcano. Fuente: Libro "25 años de RCTV". |
Pero seamos justos: Inés Sancho tuvo una respetable trayectoria en los medios televisivo y radial venezolanos desde finales de los 60 hasta casi terminar los 70, cuando se retiró. La historia es muy sencilla: Ella fue la primera Chica del Tiempo que conocimos por estos lares.
Según Andrés Feo Antoni (1), a fines de la década de los 60, "RCTV pasaba por serios problemas económicos dado el éxito obtenido por Venevisión con la producción de programas a muy bajo costo pero que lograban alta sintonía, especialmente en los sectores populares". En esa época la Creole Petroleum Corporation emitía El Observador Creole, el cual era patrocinado y producido por esta transnacional petrolera. La situación económica producto de la competencia hizo que el canal eliminara la venta de este tipo de espacios y produjera con medios propios su noticiero. Feo señala que "en consecuencia, el Observador Creole pasó a llamarse El Observador Venezolano [...]; con esta nueva imagen [...] fue conducido en sus inicios por Eladio Lárez, a quien acompañó Antonio José Marcano y 'La Chica del Tiempo', Inés Sancho".
En 2007 Helena Poleo, la hija de Inés con el periodista Rafael Poleo, recordaba cómo ingresó su madre a la televisión venezolana en el artículo "Una historia personal entrelazada a la de RCTV", publicada en El Nuevo Herald:
"El año era 1969 y mi papá, Rafael Poleo, era jefe de prensa del canal. Mi mamá, Inés Sancho, fue a parar frente a las cámaras de RCTV prácticamente por casualidad. Ella acompañaba a una amiga a una entrevista de trabajo en el canal, cuando la descubrió Renny Ottolina, el legendario locutor y productor de la emisora. Ottolina la convenció a hacer las pruebas para el noticiero de RCTV, El Observador. Para su sorpresa, mi mamá fue contratada como la primera locutora del canal, y se convirtió en la primera mujer en dar el estado del tiempo. De ahí en adelante, fue conocida como la Chica del Tiempo."
Aunque Inés no continuó la carrera de periodismo, le confesaría a Helena desde España, donde reside actualmente, que su etapa en esa estación televisiva "fue una de las épocas más felices de mi vida". Según Poleo, "el cierre de RCTV le ha recordado muchos bellos momentos vividos detrás y frente a las cámaras. 'Siento un gran dolor y más que nunca me siento parte de la gran familia de Radio Caracas Televisión', me dijo".
En momentos como esos, digo yo, tal vez el robo de su negocio en la Caracas de la Venezuela Saudita de los años 70 ni siquiera pasó a formar parte de algún borroso recuerdo.
Fuente consultada:
Feo Antoni, A. (2015). Construyendo la imparcialidad. Análisis descriptivo de la producción noticiosa de los noticieros de Televen. Tesis de grado de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello.
¡Claro que me acuerdo de Inés Sancho! Pero si no hubiera sido por ti, me habría muerto sin volver a pensar en ella. Hay cantidad de cosas y de gente que se pierden en el pasado. Un chispazo como tu blog los hace revivir.
ResponderEliminarAh, y de El Halcón no te digo más: no me lo perdía cuando tenía seis años, pero ahora solo recuerdo el traje que llevaba Bardina y el momento cuando, al comenzar el programa, el locutor gritaba ¡Eeeel Halcóooonnn!
Juan Bravo