Judy Garland, inolvidable Dorothy |
En el primer grupo se encuentra Judy Garland. El cine hollywoodense vio transformarse a la inocente Frances Ethel Gumm, miembro de un grupo de vaudeville junto a sus hermanas, primero en revelación infantil, luego en prometedora estrella adolescente y finalmente en consagrada actriz de los géneros musical y drama, donde brilló en títulos como El mago de Oz (1939), la serie de Andy Hardy (1938-1941), Cita en Saint Louis (1944), El reloj (1945), Repertorio de verano (1950), Nace una estrella (1954) y El juicio de Nüremberg (1961).
Judy en su legendario número en Summer Stock. |
La diminuta Judy —apenas medía 1,51 mts.— aseguraría en alguna entrevista: “Siempre estuve sola. La única vez que me sentí aceptada o deseada fue cuando estuve en el escenario actuando. Supongo que el escenario era mi único amigo: el único lugar donde me podía sentir cómoda. Era el único lugar donde me sentía igual y segura."
Mickey Dean y Judy Garland. Fuente: Express |
Si bien su defunción se produjo por una sobredosis de barbitúricos, la versión oficial la atribuyó a un paro cardíaco accidental. A su funeral, realizado el 27 de junio de ese año, asistieron más de 20.000 personas, quienes permanecieron en el lugar durante horas para poder despedir los restos embalsamados de su ídolo.
La cultura popular ha querido enlazar la muerte de Garland con la lucha por los derechos de los homosexuales —sus eternos fanáticos— a través de los sucesos ocurridos un día después del deceso de la estrella. En esa fecha, un grupo de sus seguidores se encontraban en un bar de ambiente neoyorquino escuchando las canciones de Judy, de quien se sentían conmovidos deudos. Cuando los policías entraron en el local, el Stonewall Inn, para efectuar una de sus abusivas redadas, estos clientes enfrentaron a las autoridades y dieron inicio a violentas y espontáneas manifestaciones. La confrontación ha sido considerada el inicio de los movimientos reinvidicativos de los grupos LGBT, en los que Judy tal vez sirve como telón de fondo musical pero no detonante como se le quiere hacer ver. De esto hacen ya cinco décadas, pero solo es uno de los hechos llamativos, cuando no perturbadores, registrados en ese fatídico año.
Sharon Tate. Fuente: Independent.ie |
Un embarazo interrumpido. |
Fuente: NY Daily News |
Las víctimas de la matanza. Fuente: Truecrimezone |
Irónicamente, el 19 de diciembre del año pasado, Manson falleció en prisión, donde fue recluido luego de ser sentenciado en 1971 a morir en la cámara de gas. Esta condena le fue conmutada por cadena perpetua después de declararse inconstitucional castigar con la muerte a los reclusos en California. Si bien él no participó directamente en el múltiple homicidio, su rol fue decisivo en los asesinatos al instar a sus seguidoras más jóvenes —que formaban parte de la denominada Familia Manson— a asesinar a siete personas (las otras dos eran el matrimonio LaBianca, acuchillados un día después para tratar de despistar a las autoridades). A juicio de los fiscales, todo era parte de un plan para incitar una guerra racial. Charles tenía 83 años y su muerte por causas naturales resulta como mínimo una paradoja para alguien con un pasado tan cruento.
Dolorosa por la crueldad que la marcó, la muerte de Sharon Tate cerró una década especialmente violenta en los Estados Unidos de Norteamérica, en la cual murieron por las balas el presidente de esa nación John Fitzgerald Kennedy (1963) y su hermano, el senador Robert Kennedy (1968); el líder de los derechos civiles afroamericano Martin Luther King (1968) y el más radical de los activistas negros, Malcolm X (1965).
Barbara Bates |
Jean Seberg en el set de Sin aliento (1960) Fuente: Raymond Cauchetier |
Fuente: LA Times |
Si bien tanto la familia como la policía lo calificó como suicidio, en 1995 su entonces guardaespaldas, Guy Pierre Geneuil, denunció que había sido asesinada. A su juicio, había muchas incongruencias entre los datos de investigación policial y las conclusiones. Apuntaba que la autopsia había evidenciado el uso de barbitúricos como causa de la muerte, pero también que había ocho gramos de alcohol en su sangre. Esta era una dosis letal que, en su opinión, le fue inyectada con fines mortales por representantes de la mafia argelina de tráfico de drogas. Hasta la fecha esta teoría no ha sido confirmada.
La vida amorosa de Jean había sido algo agitada. Casada en tres oportunidades, una de ellas con el diplomático y escritor Romain Gary, con quien procreó su hijo Alessandre, se vio ligada sentimentalmente al actor Clint Eastwood, al escritor mexicano Carlos Fuentes y al director español Ricardo Franco, entre muchos otros amantes ocasionales. No obstante, el mayor problema era su compromiso con los movimientos en favor de los derechos civiles, entre quienes se encontraban los Panteras Negras, lo cual le trajo serios inconvenientes con el gobierno norteamericano.
Fuente: Infobae |
Años más tarde, se revelaría que la actriz había sido vigilada y perseguida durante años por los servicios secretos norteamericanos, lo cual le causó inestabilidad emocional y mental que desembocaría en graves problemas sicológicos. Luego de varios intentos fallidos de suicidio, Jean encontró la muerte en tan turbias circunstancias.
Ciertamente, la cita mortal siempre es inexorable, incluso para aquellos a quienes el destino supondría un trato más benévolo por sus logros sobresalientes durante su trayectoria vital.
El cine, como siempre reciclando sus propias historias, anuncia para el 2019 el estreno de varias películas muy esperadas a propósito del aniversario luctuoso de algunas estrellas: Judy, que narra los últimos días de Garland en la piel de Reneé Zellgewer; Once Upon a Time in Hollywood, proyecto de Quentin Tarantino con Margot Robbie como la malograda Sharon Tate; The haunting of Sharon Tate, cinta de terror independiente dirigida por Daniel Farrands en la que Hillary Duff encarna a la rubia actriz, en una recreación de la vigilia de la masacre y los asesinatos; y Tate, dirigida por Michael Polish con Kate Bosworth, que interpreta a Sharon obviando el episodio de la masacre. No hay que pasar por alto Against all enemies, dirigida por Benedict Andrews y con Kristen Stewart como Seberg. La trama recrea el momento cuando Jean fue investigada por el FBI por su activismo político.
Las tres primeras películas no cuentan con el apoyo de los familiares de Garland y Sharon. Liza ha marcado fuerte distancia con respecto al biopic de su madre mientras que las otras dos cintas han sido criticadas por la familia de Tate, al cuestionar que se quiera “explotar” su muerte en taquilla. Habrá que esperar el resultado final de estas producciones para constatar si valió la pena rememorar tales dramas.
Pobre Sharon. Años después, Fuentes la hizo trizas en ua novela que lo revela como un ser bastante bajo.
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