sábado, 19 de marzo de 2011

La tragedia de la obra de Lunar


El 15 de marzo de 2010, Emerio Darío Lunar murió por segunda vez. Por lo menos, así me sentí yo, cuando descubrimos que 117 obras del pintor habían sido robadas de la casa paterna donde este extraordinario creador vivió a lo largo de sus 50 años de existencia.

Al entrar en la humilde vivienda y descubrir el montón de marcos de madera apilados en el piso, no pude si no sentir una sensación de pesar enorme, tanto por la pérdida de tan valiosa obra como de la manera grotesca en que los ladrones maltrataron las telas que no pudieron llevarse. El patrimonio lo conformaba una nutrida producción de la obra de Lunar, esos cuadros que nunca quiso vender por razones sentimentales y que quedaron en manos de la familia, una vez cesó su vida.

Por motivos que no viene al caso explicar, nunca se pudo lograr un consenso para manejar este valioso legado, el cual la verdad sea dicha, se mantenía en las mismas condiciones o peores que cuando el pintor vivía. Quiero decir: en las menos adecuadas para preservar un material tan frágil, susceptible a ser afectado por los cambios de temperatura, hongos, agua, etc.

A pesar de que la denuncia fue cursada ante las autoridades policiales, nunca se obtuvo respuesta. Muchos de los vecinos del sector Las Cabillas supuestamente sabían quién o quiénes se los habían llevado, pero callaron. Comentarios crueles han llegado hasta nuestros oídos: ante la posibilidad de que pudiesen ser descubiertos, los ladrones habrían quemado todas las obras para evitar su detención. Me gustaría pensar que tal información es mentira, pues me niego a creer tanta vileza humana, tanto desprecio al valor cultural que estos cuadros representaban.

En todo caso, la obra de Lunar tuvo que esperar el reconocimiento de críticos de arte, de especialistas ligados a la cultura nacional, para que los cabimeros trascendieran su percepción acerca del "loco de Cabimas" y se concentraran en el valor intrínseco que emanaba su obra.

La tragedia siempre persiguió a Emerio Darío Lunar, con una vida torturada por sus propios problemas personales, a lo cual lamentablemente no escapó su obra.

Para recordar la importancia de este extraordinario artista plástico, les dejo esta breve biografía.

1 comentario:

  1. Ciertamente es una tragedia, no solo para la familia, sino para todos los venezolanos que nos quedaremos sin conocer esa valiosa parte de nuestro patrimonio artístico. Es una perfecta metáfora de nuestro país.

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