viernes, 18 de julio de 2014

¿Por qué no puede ser Miss Universo una camionera?

Foto oficial de Maritza Sayalero como Miss Universo.
Fuente: revista Variedades, 1979.
Por estas fechas, hace 35 años, una joven de 18 años entusiasmaba a todo un país al coronarse como la soberana de un inexistente reino en nuestro universo. Maritza Sayalero, nacida en Caracas el 16 de febrero de 1961 e hija de españoles, representaba a Venezuela en Perth, ciudad del oeste de Australia, confrontando sus cualidades femeninas con otras 75 participantes provenientes de distintos países del orbe.

Maritza era una estudiante de Arquitectura que el ahora Zar de la Belleza, Osmel Sousa —para la época cronista social y colaborador del certamen— había descubierto mientras ella comía con sus padres en un restaurante y la convenció para participar luciendo la banda de Miss Departamento Vargas en el Miss Venezuela.

Fue una fuerte contienda la de ese año, en la cual también aspiraban alzarse con la corona Tatiana Capote, Nilsa Moronta, Nidia Centeno, Marisela Buitrago y Jeannette Rodríguez. Era la época en la cual se comentaba  que quien luciera unos zarcillos de coral rosado, pertenecientes a Carolina Herrera, sería la ganadora. Para acabar con este mito, la revista Venezuela Farándula publicó un fotoreportaje en el cual todas las candidatas lucían esta prenda.




La noche de la gala, celebrada el  16 de mayo de 1979 en el Hotel Caracas Hilton, Maritza —con su altura de 1,72 metros y medidas 89-61-89— se impuso limpiamente ante sus competidoras. La nota escandalosa la dio quien quedara como segunda finalista, María Fernanda Ramírez. Ofuscados por la posición que le habían asignado y cuando aun el programa se emitía en vivo, la madre y el hermano de la joven agredieron a Luis Teófilo Núñez, editor del diario El Universal, y a su esposa, Antonieta Scannone de Núñez, quienes eran integrantes del jurado. El alboroto obligó a que la transmisión fuera sacada del aire de manera abrupta.

Fuente: revista Ronda, 2012.
La preparación para el Miss Universo fue dura, siempre bajo la tutela de Osmel Sousa. Maritza la recordaría como unas jornada intensas:  «Fueron semanas de […] tocar puertas, aprender ciertos detalles, pedir ropa prestada [...] Yo venía, y todavía pertenezco a una familia normal, de clase media, nada de lujos ni de mucho dinero. Recuerdo que dos señoras, Maruja Beracasa y Antonieta Scannone, me prestaron la ropa para el concurso. La señora Beracasa me prestó un abrigo de zorro plateado larguísimo, un abrigo que me trajo suerte y que recorrió todo el planeta» (1).

Antes de su viaje, la Sayalero había tenido un encuentro con el presidente Luis Herrera Campíns, quien le había dicho que era un ejemplo típico de la mujer venezolana y que esperaba que ganara la codiciada corona.

En julio de 1979, Maritza se trasladó a Perth, donde ya se había iniciado la estación invernal: «Cuando llegué, después de un viaje eterno, me concentré en hacer el mejor papel. Un día me tocaba una sesión de modelaje con los fotógrafos y corresponsales que cubrían el evento, así que me puse mi bikini, uno chiquitito negro, me recogí el pelo, me maquillé, me puse mis pulseras y unas argollas grandotas, y salí para la piscina del hotel con el abrigo de zorro puesto. Hacía un frío horrible y estaba congelada. Llegué a la piscina y estaban todos los fotógrafos. De repente me subí en una piedra y les dije -en español- ‘¿ya están listos?, porque tengo mucho frío, okey’. Ellos se prepararon y yo abrí el abrigo. Nunca imaginaron que yo estaba en bikini, ¿quién sabe qué estaban esperando? Me tomaron millones de fotos, fue una locura. Yo sólo oía los flashes, y los clicks, estaba solita, pero era mi momento»(2).

Fuente: revista
Venezuela Farándula.
Los periódicos dieron cuenta de esa extraordinaria sesión fotográfica y las expectativas hacia la venezolana como potencial ganadora comenzaron a crecer. Según el diario Panorama (3), todos los cables recibidos en su redacción daban a la joven como una de las favoritas y considerando sus sobradas condiciones,  existía la posibilidad de “una gran sorpresa”.

La prensa de la época también reseñaba las estrictas medidas de seguridad implementadas en el lugar. De hecho, un fotógrafo había manifestado: «Están exagerando un poco con esto de la seguridad» (4), algo que desmintió de inmediato Harold Glasser, presidente del concurso.

Sin embargo, el mundo tenía su vista puesta en otros eventos más graves que un evento de belleza. La guerra civil nicaragüense para derrocar al dictador Anastasio Somoza parecía llegar a su fin con la toma de Managua por parte de las tropas sandinistas, registrada el 19 de julio de 1979, y la instalación de un gobierno provisional. Sin embargo, para la representante de ese país, Patricia Pineda Chamorro, no eran buenas noticias. Preliminarmente, se conoció que había desaparecido sin que se hubiese certificado su definitivo retiro del certamen. Luego se sabría que había abandonado su participación ante las amenazas de muerte recibidas por sus familiares por parte de los rebeldes sandinistas, conminándola a retirarse.

Adicionalmente, se anunció que los restos de la estación espacial estadounidense Skylab se precipitaban a tierra y se temía que pudiesen impactar en un lugar poblado del hemisferio sur, causando graves destrozos. El 11 de julio de 1979 los trozos cayeron en territorio australiano sin pérdidas humanas que lamentar.  Como parte de las estrategias promocionales, los organizadores del Miss Universo enviaron el 16 de julio a las jóvenes participantes a la aldea minera de Kargoorlie, a 225 kilómetros de distancia de Perth, donde se encontraba en exhibición pública el trozo calcinado más grande del Skylab. Un vocero de la organización dio a conocer el trato con tres hombres que habían descubierto el trozo de 1,80 por 1,20 metros, para que este fuese exhibido en el Centro de Entretenimiento de Perth durante la realización del concurso (5).

Para completar los tropiezos, la sombra de una huelga de telecomunicaciones que mantuvo prácticamente aislada a Australia durante cuatro semanas hacía temer que no pudiera transmitirse el evento, pero afortunadamente fue solucionada el martes 17 de julio.

Maritza junto a su madre, Gloria Fernández.
Fuente: revista Venezuela Farándula, 1979.
A las disputas laborales se sumaron las protestas de manifestantes feministas, siempre contrarias a este tipo de contiendas de belleza. La prensa señalaba que un grupo de militantes agredieron verbalmente a las concursantes y a miembros del jurado —entre quienes se encontraban el cantante español Julio Iglesias, el cantante estadounidense Tony Martin, la actriz italiana Rossana Podestá y la miss Universo 1975, Anne Marie Pohtamo—, a quienes les gritaron: «¡Violadores virtuales! ¿Por qué no puede ser Miss Universo una camionera?» (6). La pregunta parecía fuera de orden, pero dejaba otra interrogante más inquietante sin responder: ¿había alguna camionera interesada en ser reina de belleza?

Internamente, las cosas no marchaban mejor. Miss Puerto Rico había adquirido una fuerte infección en los oídos, que le afectó el equilibrio y requirió ser hospitalizada. Sin embargo, ayudada por Marta Mendoça, Miss Portugal; y Jacqueline Brams, Miss Perú, asistió al desfile para la elección de Miss Fotogenia, distinción que recayó en la inglesa Carolyn Ann Seaward. Otras 25 participantes presentaron una afección viral respiratoria, lo cual extremó las medidas de seguridad para evitar posibles contagios entre el resto de las aspirantes.

El 20 de julio fue el día triunfal para Maritza. Era considerada como la segunda candidata favorita, después de Miss Inglaterra, Carolyn Seaward. El concurso se efectuó en el Centro de Entretenimiento de Perth, a un costo de cinco millones de dólares; y fue televisado vía satélite a 48 países, para un total de 600 millones de televidentes. Las jóvenes, a quienes se les pagó 100 dólares por aparecer en el certamen, fueron sometidas a ensayos durante un promedio de 10 horas diarias.

Para recordar la participación de la venezolana en el Miss Universo 1979, a continuación pueden disfrutar un video con los momentos más importantes:


Nuestra representante siempre lideró las puntuaciones, tanto en traje de baño, traje de gala y en las rondas de preguntas. Cuando Bob Barker, el maestro de ceremonias, anunció a Gina Swainson, Miss Bermuda, como primera finalista y a Maritza como la nueva soberana del universo, la caraqueña se llevó las manos al rostro y empezó a llorar incontrolablemente, al tiempo que la surafricana Margareth Gardiner, la reina saliente, la coronaba. Barker abrazó a la ganadora y la condujo al trono, ubicado en el centro del escenario. Allí comenzó otro drama: unas 20 participantes se acercaron para felicitar a la venezolana y minutos después la plataforma se desmoronaba, mientras una docena de candidatas caía gritando desde una altura de tres metros. Según trascendió en la prensa,  el problema ocurrió cuando uno de los organizadores invitó a los fotógrafos al escenario. Se concentraron así unas 200 personas en una sección construida para soportar a  las 75 candidatas. «Esa plataforma simplemente no podía aguantar tanto peso», diría Harold Glasser.

«Sentí que la silla se movía y oí que las muchachas gritaban y caían por los lados», contaría Maritza, a través de un intérprete, en la conferencia de prensa posterior a la elección (7). «Empujé a Miss Colombia cuando se disponía a besarme. Pedí a Dios que no ocurriese nada malo a las muchachas. Fue increíble».

Dos de las concursantes resultaron seriamente lesionadas: Fusin Tahire Dermitan sufrió una fuerte contusión  cerebral y se temía por una fractura craneal. Luego de 24 horas de observación médica, salió del hospital. Por su parte, Miss Malta, Dian Borg Bartolo, presentó contusiones en las piernas y caderas, pero también fue dada de alta posteriormente. De igual manera Miss Costa Rica, Carla Facio Franco, resultó afectada con contusiones y Miss Inglaterra  se hirió en la pierna.

Superado el susto del incidente, Maritza dijo a los periodistas: «Estoy muy contenta porque soy la primera venezolana que llega a ser Miss Universo. En este momento estoy muy emocionada y no puedo decirles mis planes para el futuro».

Más tarde, en la conferencia de prensa donde aceptó que tenía novio, expresaría con cierta tristeza que al ganar el concurso tendría que abandonar por un año su carrera de Arquitectura, «pero continuaré después. Quiero ser arquitecta». Al preguntarle los periodistas qué haría con los 10.000 dólares que ganaría (unos 322 mil bolívares de la época), respondió: «Haré que produzcan». Años después se supo que la mitad de ese dinero lo había entregado a sus padres.

El recibimiento a Maritza a su regreso al país fue televisado a través de Sábado Sensacional y se convirtió en todo un acontecimiento mediático. Durante su reinado tuvo oportunidades para dedicarse al modelaje y al cine, pero ella declinó dedicarse al mundo del espectáculo. Aunque cumplió de manera destacada con sus compromisos, también tuvo sus desatinos: durante su visita a Chile, tuvo un encuentro con el dictador Augusto Pinochet. A su salida, los reporteros le preguntaron qué le había parecido el personaje en cuestión, a lo cual ella respondió: «Pinochet es lindo y bello».

Raúl Ramírez y Maritza. Fuente: elanecdotario.com
Seis meses después de haberse coronado, Maritza visitó Ensenada, en Baja California, como parte de sus responsabilidades como soberana del universo. Allí conoció al tenista mexicano Raúl Ramírez, de quien se enamoró casi a primera vista y con quien contrajo matrimonio el 6 de diciembre de 1980, seis meses después de concluir su reinado. Del novio anterior nunca se volvió a hablar. Tampoco fue culminada la carrera de arquitecta.

Maritza en 2010. Foto: Gustavo Bandres, El Universal.
Al periodista Mario Aranaga le confesó en una entrevista para la revista Estampas (8), en el 2003: «No quería ser artista, ni modelo, ni comentadora de televisión, sino vivir muchas experiencias, y créeme que lo he hecho. Después de veintitrés años de matrimonio veo a mis tres hijos, mi marido fantástico, no puedo pedir más». Al final se demostró que la reina de belleza solo aspiraba alcanzar lo que anhela cualquier ser humano, incluso las camioneras que con tanto ardor defendían las feministas de finales de los 70, aunque sin las dietas rigurosas, los ensayos ni la exhibición en traje de baño o de gala ante millones de ojos. Pero, ¿quién dice que el mundo es perfecto?

Fuente: @SayaleroMissU79.
El 17 de junio de 2014, a sus 53 años, Maritza Sayalero se convirtió en feliz abuela de Raúl Ramírez IV, primogénito de su hijo mayor Raúl Ramírez Sayalero.

Hasta la fecha, ninguna camionera ha logrado coronarse como Miss Universo.
_____________________________________________________

(1) Érase una vez Maritza Sayalero. Entrevista realizada por Mario Aranaga para la revista Estampas, del diario El Universal, año 2003.
(2) Ibídem.
(3) Venezuela podría amanecer con una “Miss Universo”. Diario Panorama, 19/07/1979, página 24.
(4) Candidatas a Miss Universo buscan trozos del Skylab. Diario Panorama, 17/07/1979, página 3.
(5) Ibídem.
(6) Bs. 322 mil recibirá por este título. Diario Panorama, 21/07/1979, página 42.
(7) A punto de morir estuvieron 20 candidatas. Diario Panorama, 21/07/1979, página 42.
(8) Érase una vez Maritza Sayalero. Revista Estampas, 2003.

Otras fuentes consultadas:

Miss Venezuela 1979, Maritza Sayalero, publicado en diario Últimas Noticias, 02/08/2012, disponible en: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/chevere/espectaculos/miss-venezuela-1979--maritza-sayalero.aspx#ixzz37mqqIMq9

Maritza Sayalero ganó Miss Universo. Diario Panorama, 20/07/1979, página 1.

Miss Venezuela, una cantera de talentos. Revista Ronda, edición de colección, 2012.

2 comentarios:

  1. Excelente reportaje y muy preciso en todo. Yo sigo a esta bella mujer desde que era pequeno, fue una belleza que me cautivo como ninguna otra miss en la historia.
    Se le agradece por las fotos de los zarcillos rosados, me gustaria mas fotos ineditas de Maritza.

    Mil gracias

    ResponderEliminar
  2. Gracias por sus comentarios. Trataré de colocar otras fotos de Maritza Sayalero en un próximo post. Saludos.

    ResponderEliminar