viernes, 13 de febrero de 2015

1981: un año difícil de digerir

Sello filatélico conmemorativo del XI Censo Nacional
de Población y Vivienda. Año 1981.
"Para Venezuela todos cuentan". Tal era el lema del XI Censo General de Población y Vivienda, efectuado en nuestro país el 20 de octubre de 1981. Y era verdad: para realizarlo se descartó el muestreo como método de recolección de información y se optó por inmovilizar a los venezolanos con un día de empadronamiento masivo en las ciudades. Como empadronador voluntario, mi participación en este censo se convirtió en casi una aventura.

Salí de mi casa muy temprano, carpeta y planillas bajo el brazo. El trabajo no pudo ser más duro y desalentador: allí, frente a la avenida Intercomunal Cabimas Lagunillas, principal vía de comunicación terrestre de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, se encontraba el barrio asignado, con carreteras de tierra y casas donde vivían a veces hasta más de 10 personas, la mayoría niños.

Los datos que iba recabando evidenciaban las características generales de los encuestados: algunos trabajaban de manera permanente, pero el mayor porcentaje apenas ocupaba cargos ocasionales; los servicios públicos eran deficientes y la disparidad de construcciones en las viviendas iba desde un casi rancho hasta una casa con platabanda.

La verdad sea dicha: la gente siempre fue receptiva para responder al cuestionario, especialmente si consideramos que quien transcribía la información era apenas un joven de 16 años, cursante de quinto año de bachillerato.

Luis Herrera Campíns.
No fue 1981 un año como cualquier otro. Por el contrario, diversos sucesos  hacían prever el colapso del sistema económico y social de nuestra etapa democrática. Así, un presidente cuyo lema de campaña en 1978 había sido “¿Dónde están los reales?” se vería enfrentado a la realidad de que la Venezuela Saudita de la década de los 70 había muerto y que los fantasmas penitentes de la inflación, la escasez, la corrupción y la pobreza ya dejaban de ser referencia para convertirse en cotidianidad.

Fumar ya no era una opción saludable.
Fuente: Página web Cuando era chamo.
El 1º de enero  de ese año se inició con preocupación para los dueños de las televisoras nacionales: ese día comenzó a regir el Decreto Presidencial N° 849, en el que se prohibía la transmisión por ese medio de toda publicidad comercial que indujera directa o indirectamente al consumo de cigarrillos y demás productos derivados del tabaco; esta normativa se complementaría con el Decreto Nº 996, con vigencia a partir del 1º de abril, que extendía dicha prohibición a la radio.

Formaban parte de varias medidas que el gobierno del presidente Luis Herrera Campíns aplicaría durante su gestión y que tuvieron un singular impacto para la organización del medio televisivo en nuestro país.

Las marcas de cigarrillo apelaban a
la publicidad subliminal.
Previo a la implantación de estas regulaciones, ya se habían iniciado algunas restricciones de horarios, reglamentación de ciertos comerciales y del contenido de las transmisiones de cada planta televisiva. Fue el periodo cuando se estableció que solo podrían dedicarse 15 minutos por cada hora a la publicidad comercial, incluyendo la promoción de la estación y excluyendo la identificación de la misma. Las cuñas de bebidas alcohólicas se transmitirían únicamente a partir de las 9:00 de la noche, a excepción de las de vinos y cerveza, que podrían difundirse a partir de las 7:00 de la noche. La programación de las televisoras se restringió de lunes a jueves al horario de 6:00 am a 1:00 am, mientras que de viernes a domingo no tenía límite de tiempo.

Fue la época cuando se decretó la inclusión obligatoria de la advertencia en la promoción de cigarrillos de que su consumo era nocivo para la salud. Lejos de la TV y de la radio, los chicos de la marca Belmont (♪Tucutucutucutu♫) se fueron a divertir a la playa en la pantalla grande, mientras nosotros los mirábamos con envidia desde las butacas de los cines de provincia.

Cabe recordar que la regulación de la publicidad de licores y cigarrillos sirvió de ejemplo a otros países del continente para que tomaran acciones parecidas. Aunque estos decretos fueron emitidos bajo la premisa de que el Estado debía velar por la protección y mantenimiento de la salud pública, los medios de comunicación no vieron con buenos ojos esta medida e iniciaron un prolongado veto a Luis Herrera por considerar que la decisión iba en contra de la libre empresa.

José Bardina abandonaría la botella en la ficción.
Promoción de La Zulianita. Fuente: Youtube
Sin embargo, las normas no se limitaban al ámbito publicitario. El consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos estaba expresamente prohibido en los programas televisivos, incluyendo las telenovelas, por lo cual el hábito de tomar una copa de brandy o whisky al llegar de sus respectivos trabajos en la ficción quedó totalmente prohibido para los protagonistas masculinos.

Menudo: la sensualidad en carne adolescente.
Portada del disco Quiero ser (1981).
Otro de los aspectos que consideró esta reglamentación fue  lo concerniente a la intervención de menores de edad en determinados espacios y la eliminación de toda aquella situación que auspiciara vicios, percepción de falsas realidades e incitación al consumismo.  Los principales afectados por esta medida fueron los integrantes del grupo puertorriqueño Menudo, cuyos integrantes adolescentes acostumbraban usar en sus presentaciones vestimentas algo reveladoras y movimientos considerados lascivos y susceptibles de corromper la virtud de las inocentes doncellas venezolanas.


La “Menuditis” comenzó en abril, con una fuerte promoción del grupo borinqueño, y había despertado un verdadero furor entre niñas, jovencitas y damas no tan mozas. Sus visitas generaban un amplio revuelo en el país, tanto así que sus integrantes —Johnny, Xavier, René, Ricky y Miguel— fueron contratados por RCTV para protagonizar la miniserie de corte juvenil Quiero ser, título homónimo de su álbum discográfico que llegaba a récords de ventas. Les acompañaba en los créditos protagónicos Caridad Canelón, un valor interpretativo en alza quien casualmente ese año arribaba a su vigésimo aniversario de trayectoria profesional y coronaba su carrera con dos estupendas actuaciones en Elizabeth y Maite, ambas con Orlando Urdaneta.

La competencia criolla a Menudo tomaría cuerpo ese mismo año con el grupo Los Chamos, lanzado desde VTV por el productor musical Luis Gerardo Tovar y el empresario José Page, entonces presidente de la empresa discográfica Velvet de Venezuela, para aprovechar la popularidad del grupo puertorriqueño. Luego, en 1982, alcanzaría mayor proyección al ser contratados por Venevisión. De allí saldrían Gabriel Fernández, quien lograría amplia proyección en México; y, más tarde, Adolfo Cubas y Carlos Baute.

Otros que se preocupaban por las limitaciones establecidas en la ley eran los productores, guionistas y directores de dramáticos, pues la actuación de pequeños actores como Amílcar Rivero, quien participaba en la telenovela Angelito, debía ser cuidada al máximo para evitar sanciones.
Guillermo "Fantástico" González.
1981 definitivamente no fue un buen año para Radio Caracas Televisión y no precisamente por estas restricciones. El 19 de enero en horas de la mañana, durante la transmisión de una cuña de refrescos, el canal 2 dejó colar algunos segundos de escenas pornográficas. A pesar de que uno de los técnicos cortó de inmediato el comercial, ya el mal estaba hecho. El canal fue cerrado por 24 horas por parte del Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC). Meses más tarde, en el programa  Fantástico de Guillermito González, se presentó el segmento  “Cuadros vivientes”, con hermosas vedettes semidesnudas decoradas con pintura corporal. Nuevamente RCTV fue sancionada por el MTC al emitir imágenes consideradas como pornográficas y su programación fue sacada del aire.

Pierina y los rumores de su matrimonio en secreto.
Seamos honestos: tampoco era que la programación de Venevisión, el principal canal de la competencia, estuviese dirigida a monjas de clausura. Eran los tiempos en que la exuberante Thelma Tixou se presentaba en Sábado Sensacional en un show no precisamente para menores de edad.

En materia de producciones dramáticas, la pequeña pantalla se reivindicó con sus televidentes, si bien fue un año irregular. Las dos grandes estrellas de RCTV intervinieron solo en miniseries de calidad: Marina Baura protagonizó la segunda parte de Gómez, junto a Rafael Briceño y Gustavo Rodríguez; y luego se alejó del medio para dedicar su tiempo a estudiar inglés en Estados Unidos. Doris Wells, por su parte, se convertía en La Comadre, de Román Chalbaud. Aunque el rating para ambos dramáticos no alcanzó números estelares, el público y la crítica reconocieron el valor de ambos trabajos. Por su parte, Mayra Alejandra y Jean Carlos Simancas estelarizaban Luisana Mía, un clásico sobre las relaciones matrimoniales y los celos escrita por Ligia Lezama, que dejó para el recuerdo la balada “Quizá sí, quizá no”, en la voz de Sabú. Pierina España se casaba discretamente con Alberto Gómez Ruíz e iniciaba su paulatino retiro de la pantalla.  

Grecia era Rosalinda.
Fuente: revista Ronda.


Fuente: Recordar es vivir:
las telenovelas 
del ayer.
Mientras tanto, una  nueva generación de bellas actrices alcanzaba estatus protagónico en los espacios estelares de las plantas televisivas. Hilda Carrero y Eduardo Serrano repetían como pareja en Andreína; Grecia Colmenares  protagonizaba Rosalinda, junto a Carlos Olivier; y Elluz Peraza acompañada de Luis Abreu trataba de llevar a flote la adaptación del cuento Urupagua, bajo el nombre de La fruta amarga, desde el canal de estado (VTV). La nota insólita la encarnaría Hazel Leal en horario vespertino, quien asumía el rol de Lady Marian en La Hija de Nadie, una improbable historia de lords y castillos ingleses junto a Javier Vidal, con Yajaira Orta en rol de antagonista y Dilia Waikarán en un personaje característico: la dama del velo.

La sorpresa del año la trajo Televisora Nacional Canal 5, quien lejos de todo pronóstico y bajo la gestión de Ricardo Tirado, inauguró el reinado de las producciones brasileñas al transmitir La Esclava Isaura en su primera versión (1976), protagonizada por Lucelia Santos, Rubens de Falco y Edwin Luisi. Además de rescatar del olvido a esta planta, abrió al público televidente una opción “cultural” que luego continuaría con otros éxitos de audiencia como La Sucesora.

Lupita Ferrer. Fuente:
revista Ronda.
Se anunciaba que Lupita Ferrer se quedaba en Venezuela para comenzar una nueva telenovela (el rumor apuntaba a Rubens de Falco como coprotagonista), pero no sería Lupita sino Flor Núñez quien se encargaría de ese rol estelar en una producción que se convirtió en el suceso de 1982, acompañada además por el borinqueño Daniel Lugo: La Bruja.

Marisela se convierte en
madre. Fuente: Ronda
Buenas nuevas se difundían para algunas damas jóvenes de la TV: Marisela Berti se convertía en madre en Puerto Rico, fruto de su unión con el cantante Chucho Avellanet; Carmen Julia Álvarez, luego de infructuosos intentos, felizmente traía al mundo a Danielita Alvarado; y nuestra primera Miss Universo, Maritza Sayalero, tenía su primer heredero con el tenista Raúl Ramírez.

A propósito de misses, 1981 fue el año insólito en que reinaron tres Miss Venezuela. La historia fue así: en mayo Irene Sáez, que portaba la banda de Miss Miranda, sustituía a Maye Brandt, cuya participación en el Miss Universo el año anterior había sido menos que discreta.  Miss Aragua, Pilín León; y Miss Distrito Federal, Miriam Quintana, ocuparon los lugares de primera y segunda finalista, respectivamente.

Irene, al estilo Barbie.
Fuente: revista Venezuela Gráfica.
En julio, Irene viajó a Estados Unidos de Norteamérica para acudir a la trigésima edición del concurso Miss Universo, celebrado en el Teatro Minskoff, en Nueva York.  El 20 de julio, la mirandina de 19 años sorpresivamente se alzó con la corona y se convirtió en la segunda en obtener esta distinción para nuestro país en menos de dos años. La llegada de Irene se convirtió en todo un suceso nacional, transmitido en vivo por las cámaras de Sábado Sensacional; entre las invitadas especiales figuraba Maritza Sayalero, Miss Universo 1979.
De las pocas fotografías de Irene en traje de baño.

Sobre esta experiencia, la miss que luego se convertiría en alcaldesa del municipio Chacao y gobernadora del estado Nueva Esparta, además de aspirante al cargo presidencial, dijo: "Me dio la oportunidad de conocer a personalidades importantísimas de la política internacional: Margaret Thatcher, Reagan, Pinochet... Visité gente sencilla de pueblos humildes... Me creció la conciencia social y el orgullo de pertenecer a mi patria...".

Ante la ausencia de Sáez, Pilín León asumiría las responsabilidades como “reina” de Venezuela. En noviembre partió hacia Londres para representar a nuestro país en la trigésima primera edición del certamen Miss Mundo, cuya final tuvo lugar el jueves 12 en el Royal Albert Hall de Londres.  Lo que nadie esperaba era que Pilín lograra coronarse frente a las otras 66 candidatas, convirtiendo a nuestro país en el primero en contar con dos reinas de belleza internacional en un mismo año.

Para León, este "fue un concurso divino. En ese tiempo no existían las escuelas de glamour ni de fogueo periodístico, como hay ahora. Cada candidata se defendía como fuera, con tal de verse bien. Osmel Sousa, hoy presidente de Miss Venezuela, era quien nos orientaba o sugería a los diseñadores y peluqueros". El regreso a Venezuela se convirtió en otro suceso nacional y la maracayera recorrió triunfante las calles junto a la pionera de los reinados de belleza internacionales, Susana Duijm, quien se había coronado en 1955.

Ante la ausencia de las dos primeras, Miriam Quintana se convirtió en la verdadera Miss Venezuela 1981, ya que fue la encargada se asumir todas las responsabilidades durante ese periodo. Así lo anunció Carmen Victoria Pérez durante la celebración del concurso en 1982 y fue Quintana quien entregó todas las bandas. Irónicamente, ella diría durante una entrevista: "Me siento la versión femenina de Pepi", refiriéndose a Rafael “Pepi” Montes de Oca, ministro de Relaciones Interiores durante la gestión de Herrera Campíns, quien asumía como presidente encargado de Venezuela durante los viajes al exterior del primer mandatario nacional.

Curiosamente, ante los negros nubarrones que se asomaban en el horizonte para las televisoras nacionales y para la economía en general, reconocidas estrellas internacionales nos visitaron casi en tumulto ese año: el cantante brasileño Nelson Ned; los españoles Raphael, Trigo Limpio y Rocío Dúrcal; la norteamericana Gloria Gaynor, ya en el ocaso de la música Disco; el pianista Richard Clayderman, cuya Balada para Adelina sonaba insistentemente por las emisoras radiales; los mexicanos Beatriz Adriana, Vicki Carr, María Félix y Cantinflas; los salseros Daniel Santos y Celia Cruz, que hacía de Venezuela su segunda casa.

Brooke Shields, aun con el eco del éxito de La laguna azul detrás de sus hombros, se presentaba bellísima, ataviada con un vestido blanco y arrullada por José Luis Rodríguez mientras, impertérrita, se mantenía con su sonrisa congelada, en el programa Fantástico. Gina Lollobrígida nos acompañaba con su magnífica madurez durante una entrega de premios en RCTV; Sidne Rome, cuya efímera carrera cinematográfica y su relación con Julio Iglesias le había brindado cierta notoriedad, también se hizo presente en Caracas, al igual que Hervé Villechaize, famoso por su personaje de Tatoo en La isla de la fantasía. Lou Ferrigno se pintaba otra vez de verde para encarnar a Hulk el Hombre Increíble en un segmento de Sábado Sensacional. Una fotografía suya, como célebre comensal del restaurant Da Guido, ubicado en la avenida Solano de Caracas, se mantendría durante varios años como atractivo para los clientes del local.

Erick Estrada, el patrullero de Chips Patrulla Motorizada; y Richard Anderson, quien interpretaba a Oscar Goldman, el jefe de El Hombre Nuclear, también se hicieron presentes desde la pequeña pantalla local.  Dos “Ángeles de Charlie”, en diferentes momentos, aterrizaban su hermosa humanidad en tierra caraqueña: Cheryl Ladd y Farrah Fawcett. Sobre esta última visita, Ricardo Peña, productor general de Sábado Sensacional, recordaba a la famosa Jill Monroe: "Era una mujer divina, para nada diva como mucha gente podía pensar. Recuerdo que la traje junto a Ryan O'Neal…aceptó vestirse de karateca y hacer una rutina de combate en artes marciales, apegado a lo que ella hacía en la serie que la lanzó a la fama".

La pareja conformada por Amanda Miguel (“Él me mintió” se convertiría en su himno de batalla) y Diego Verdaguer (La ladrona sería su carta de presentación y despedida) era seguida desde sus apariciones en Fantástico. Para no quedarse atrás, el canal del Estado traía a las estrellas de La Esclava Isaura: el malvado Leoncio (Rubens de Falco), la inocente Isaura (Lucelia Santos) y el gallardo Álvaro (Edwin Luisi).

En el panorama musical,  Doris Hernández y Pablo Schneider  obtenían premios como director, arreglista e intérprete en el Festival de Puerto Rico. Paralelamente, ese año significó la disolución de la exitosa agrupación Las 4 Monedas. Luego de un corto noviazgo, Brenda se casaba en Estados Unidos con un joven norteamericano y se marchaba para radicarse en el norte con su esposo. Gregory ya había comenzado su carrera como solista y desarrollaba varias giras en Suramérica. Así que, rápidamente, el resto de los hermanos se dedicó a sus respectivas actividades profesionales y de los hermanos O’brien hoy solo queda el recuerdo de sus canciones: Buena suerte. Para recordar a esta agrupación, un video recopilatorio de su trayectoria elaborado por Súper Sábado Sensacional:


Eduardo Cortina falleció en enero de 1981. En la
foto como Querique, en la telenovela Estefanía.
La gran actriz de radio y televisión, Olga Castillo, arribó a sus 50 años de trayectoria y fue homenajeada, como correspondía, en un programa especial en Sábado Sensacional. También la Primerísima Mirla Castellanos celebró sus 20 años de vida artística. Pero ese año también trajo consigo lamentables pérdidas para nuestra televisión: fallecen el recordado publicista y profesor Néstor Luis Negrón; el gran actor característico Eduardo Cortina, inolvidable como el brujo Tobías en la telenovela La Fiera; y la veterana actriz Aurora Mendoza, comediante de primera, recordada por su participación en Él y Ella, así como por sus roles característicos en telenovelas como Raquel, Cristina y, más recientemente, como abuela de Pilar (Doris Wells) en La señora de Cárdenas (1977).

Raiza Ruíz y Rómulo Ordóñez, capitán de la aeronave.
Fuente: blog Crónicas del Tánato.
En septiembre de ese año, se registró uno de los hechos más curiosos en los anales de la historia de nuestro país: una avioneta Cessna 207 YV-244C que cubría la ruta Puerto Ayacucho-Maroa-San Carlos de Río Negro, dentro del entonces Teritorio Federal Amazonas, chocó contra un árbol y se precipitó a tierra. Un grupo rescatista llegó al lugar del siniestro y encontró a los ocupantes de la avioneta muertos, excepto a la médico Raiza Ruiz. Rápidamente y sin mayores pruebas de por medio, los rescatistas asumieron que unos huesos calcinados en el lugar correspondían a la doctora y la declararon también fallecida. Dos días después, recibió un funeral simbólico en Caracas.

La exhumación de los supuestos
"restos" de Raiza Ruíz. Fuente: diario
Panorama.
Sorpresivamente, una semana después del siniestro, Raiza Ruiz fue localizada con vida en una aldea indígena en Agua Blanca, donde había sido tratada y mantenida saludable gracias a los métodos de curación tradicionales de esa etnia. Fue trasladada a un hospital en Puerto Ayacucho y pasó tres semanas en una unidad de cuidados intensivos. La Fiscalía ordenó entonces exhumar los restos sepultados. Lo que encontraron fue dos sacos de cal y una bolsa negra, dentro de la que había una costilla de venado y un fémur de lapa. Su historia causó sensación en los medios de comunicación nacionales. En 1982 Carmen Julia Álvarez encarnaría a la diminuta galeno en un unitario transmitido por RCTV llamado, precisamente, La tragedia de Raiza.

Así estábamos, entonces, en 1981. Sin saber cuántos éramos, con Raiza Ruíz perdida y “resucitada”, una televisión que en plena crisis nos deslumbraba con estrellas internacionales y los malos augurios rondando alrededor de nuestras cabezas.

Como empadronador, trabajé el día del censo hasta las cuatro de la tarde. Había almorzado, pero el calor imperante me produjo una indigestión. Cuando llegué a casa, al final de la tarde, me sentí muy mal. Me dolía la cabeza. Vomité. ¿Tal vez una respuesta orgánica a todo lo que había visto y vivido hasta entonces?

Casi un año después de la realización del censo, se conocieron los resultados: Éramos 14.516.735 venezolanos para ese momento. De 2 millones 710 mil  862 hogares registrados, un millón treinta mil se encontraba bajo el límite de la pobreza crítica.

Gustavo Dudamel. Fuente: diario Panorama.
El Nacional anunció en primera
plana la muerte de Betancourt.
Llama la atención que el 28 de septiembre de 1981 falleció en Nueva York el expresidente Rómulo Betancourt, a quien durante muchos años conocimos como el Padre de la Democracia venezolana. Casualmente, 1981 también fue el año en que nació en Barquisimeto, estado Lara, el afamado director de orquesta Gustavo Dudamel, quien surgiera del Sistema de Orquestas Nacionales dirigido por el maestro Abreu. A pesar de nacer en lo que hoy es llamada la Cuarta República, tanto el Sistema como Dudamel pasean su inigualable talento musical por el mundo como ejemplo del “Hombre Nuevo” creado por la llamada Revolución Venezolana.

2 comentarios:

  1. Muy buenas las portadas, y entretenido resumen de aquellos años.

    Saludos y un resumen de otros años seria genial

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