sábado, 23 de octubre de 2010

Emerio Darío Lunar: Una flor en el desierto


El primer recuerdo que me viene a la mente de tío Emerio es el de una persona entregada a su labor de pintar, rodeado de latas de pintura de aceite, pinceles, en el improvisado taller en el cual trabajaba en la casa de mi abuelo, acompañado de gallinas, palomas y gatos. Estaba ubicado en la “enramada”, en la parte posterior de una casa humilde, en el sector Las Cabillas, en Cabimas, donde acompañado de un termo de café y cigarrillos, daba forma a lo que su mente creativa imaginaba, ya en sueños, ya con la mirada perdida en un horizonte que nadie veía.

Sin embargo, la imagen más duradera que tengo de él no proviene de mis recuerdos. Es una imagen prestada de la portada de la edición 57/58, del año 1980, de la revista Respuesta del Zulia, ya desaparecida: lo presenta ataviado de traje y corbata, pelo largo, sobre los hombros, bigote y barba cerrada, en un basurero y con unos balancines de fondo. El título es elocuente: «Una flor en el desierto. El reclamo histórico de la zona petrolera». Lo que más me impresionó fue su mirada, con esa profundidad y un dejo de desamparo. Era él, pero a la vez no lo era. En la foto era un símbolo del triunfo sobre la adversidad, pero para mí ha sido desde entonces la viva representación del desarraigo, de la soledad…

Algún día compartiré algunas cosas que sé de él, esas que no se publican en los periódicos ni en las revistas, si no que se acumulan en el corazón...

2 comentarios:

  1. EXELENTE PUBLICACION AMIGO LO FELICITO POR SUS SENTIMIENTOS Y POR HABER TENIDO A SU LADO TREMENDO VALUARTE ,OJALA Y LEA ESTE COMENTARIO LO INVITO A QUE BUSQUE EN FACEBOOK LA CABIMAS EN EL TIEMPO Y COMPARTA CON NUESTRO HUMILDE GRUPO PARTE DE LO QUE SU CORAZON NO TERMINA DE TRASMITIR SOBRE LUNAR

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  2. Ese ejemplar de "Respuesta" estuvo por mi casa mucho tiempo, en una pila de ejemplares de esa publicación, donde trabajaba mi hermana Milagros Socorro como colaboradora, en sus tiempos de estudiante de periodismo. Ciertamente se trata de un personaje único e irrepetible. Ojalá sus obras robadas al menos estén en manos de alguien que sepa la clase de tesoro que es, y que un día se puedan ver en algún museo.

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