domingo, 28 de noviembre de 2010
El auriga
"Es, pues, semejante el alma a cierta fuerza natural que mantiene unidos un carro y su auriga, sostenidos por alas. Los caballos y aurigas de los dioses son todos ellos buenos y constituidos de buenos elementos; los de los demás están mezclados. En primer lugar, tratándose de nosotros, el conductor guía a una pareja de caballos; después, de los caballos, el uno es hermoso, bueno y constituido de elementos de la misma índole; el otro, está constituido de elementos contrarios, y es él mismo contrario. En consecuencia, en nosotros resulta necesariamente dura y difícil la conducción."
Platón.
Fedro, o de la belleza.
pp.76 y 77
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