
¿Quién era? La pregunta no encontró respuesta fácil, a pesar de su prolongada popularidad como referencia de mujer fatal. La vampiresa devino en personaje harto estudiado como ejemplo de la transmutación del ideal femenino en contraposición a las vírgenes, virtuosas y decentes que poblaron el cine de los primeros tiempos. Era la “otra mujer”, siempre a la búsqueda de nuevas víctimas a quien esclavizar con el arma de su pasión devoradora.
Desde entonces, la obsesión tomó cuerpo de mujer. Surgieron nombres inesperados: Theda Bara, la Cleopatra que nos miraba desde la blancura contradictoriamente inmaculada de la pared; Asta Nielsen, Lya de Tutti, Louise Brooks, Bárbara La Marr, Valeska Surat, Brigitte Helm, Francesca Bertini, Lyda Borelli, Pina Menichelli, Musidora… hasta llegar a los más conocidos: Marlene Dietrich, Gloria Swanson, Greta Garbo, Jean Harlow y Mae West.
