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Mary Soliani / Fuente: Revista Ronda. |
Eran los tiempos de la llamada
telenovela cultural, surgida en respuesta a la cada vez mayor presión
gubernamental, que a partir de 1972 con la resolución 3.178 y hasta 1976, con
el Decreto titulado Obligación de trasmitir programas culturales por televisión, se exhortaba a los canales a producir espacios de
este corte. En aquella época, las plantas televisoras apelaron a diversos
recursos: Radio Caracas Televisión, inició la adaptación de reconocidos textos
literarios nacionales, tales como Doña
Bárbara, Pobre Negro, Canaima y Sobre
la misma tierra, de Rómulo Gallegos. Venevisión, por su parte, apeló a historias
de la literatura universal, recreando diversas novelas y piezas teatrales,
entre las cuales figuraron Cumbres
Borrascosas, de Emily Brönte; y la adaptación de The Crucible, nombre original de la mencionada obra de Miller.
En Los Poseídos, la sensible Ada Riera encarnaba a Isabel Proctor, una
buena mujer, creyente, amante de su esposo Juan —Martín Lantigua— y de sus
hijos, en el Salem de 1692, pueblo puritano ubicado en la costa de Nueva
Inglaterra, Estados Unidos. Mary Soliani era Abigail Williams, jovencita
inescrupulosa como pocas, quien enamorada de Juan, intenta seducirle,
recurriendo incluso a la brujería para lograr sus propósitos. La cacería de
hechiceras se inicia en Salem y Abigaíl acusa a Isabel de andar en pacto con el
maligno, a fin de sacarla del camino.
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Vestida deportivamente para un fotoreportaje. Fuente: revista Ronda |
Fue una buena oportunidad para Mary Soliani, actriz que
gozó de una merecida aunque discreta fama a finales de los 70 e inicios de los
80. Nunca llegó a la proyección del
estrellato de una Lupita Ferrer, una Rebeca González, una Marina Baura o una
Doris Wells, pero mantuvo una figuración sostenida en una sólida carrera, en la
cual alternaba personajes inocentes con villanas retorcidas. Sorprende que sus
rasgos físicos —delgada, rubia, rostro angelical y una voz muy dulce— le
permitiera pasar de la inocencia a la perfidia con total solvencia.
Nacida el 17 de agosto de 1955, María Luisa Soliani Longi participó desde muy
joven en las principales telenovelas que marcaron época en la televisión
venezolana, muchas de ellas escritas por la cubana Delia Fiallo: fue Lili, en Lucecita (1972); Evita en Peregrina y Chimbela, en La Mujer prohibida (1973). En La señorita Elena (1975), con 21 años,
interpreto a Lalita, la hermanita menor de 13 años de la protagonista, otra vez
Ada Riera, ahora como una maestra de niños con problemas de aprendizaje, quien
se enamora del severo juez encarnado por José Luis Rodríguez. Luego de un papel de reparto en Mi hermana gemela (1975), al año
siguiente Mary tomó la piel de Isabel en una versión libre de Delia Fiallo de
la famosa novela de Emily Brönte, Cumbres
Borrascosas, en la cual Elluz Peraza asumía la protagonización junto a José
Bardina, como el impetuoso Heathcliff. Le siguió el rol de Diana, en La Zulianita (1977).
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Una escena de la película Sagrado y Obsceno (1976) |
La otra cinta se desarrollaba en un prostíbulo, y no fue otra que la exitosa El Pez que fuma (1977), en la cual
interpretaba un pequeño rol en una historia donde la atención se centraba en
una Hilda Vera en estado de gracia como La
Garza, acompañada por unos magníficos Miguelángel Landa, Orlando Urdaneta y
Haydée Balza.
Ese mismo año, Mary logra su primera protagonización en
Laura y Virginia, producción
transmitida por Venevisión, con
historia original de Enrique Jarnés, en
la cual compartía los créditos principales con Alejandra Pinedo y Eduardo
Serrano. Ellos habían destacado en roles secundarios en diversas telenovelas de
Delia Fiallo, pero lamentablemente la telenovela no obtuvo el éxito esperado. Si
bien Mary destacó como la cínica e interesada Laura Ferrari, los números del rating no terminaron de despegar y el
canal debió recurrir a la Fiallo para que reestructurara la historia. No
obstante, poco pudo hacer la escritora cubana para salvarla, aunque hoy en día todavía
es recordada.
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Como Ingrid, en El Rebaño de los Ángeles / Fuente: Encuadre No.65 |
Ese mismo año, Mary salió de Venevisión e ingresó al
elenco de la exitosa telenovela La Fiera,
que tenía como protagonistas a Doris Wells y a José Bardina. Era una adaptación
de Julio César Mármol de Los Hermanos Karamazov,
con una terna de guionistas de lujo, entre quienes se encontraban José Ignacio
Cabrujas y Salvador Garmendia. Este drama estaba ambientado en un pueblo del
llano venezolano, donde dos familias poderosas —los Meléndez y los Zambrano—
mantienen un enfrentamiento permanente.
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Doris Wells y Carlos Márquez, protagonistas de La Fiera / Fuente: Columna ¡Qué momentos!, diario La Voz. |
Sin embargo, el éxito no le acompañó en su nueva
producción. En 1979, Mary estaba en VTV, realizando una adaptación de la novela
corta de Salvador Garmendia, Los
habitantes, junto al galán de la época, Leopoldo Regnault.
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Fuente: Revista Ronda. |
La oportunidad de diversificar sus interpretaciones en la pequeña pantalla vino con el musical La Cucarachita Martínez y el Ratón Pérez, inspirado en el conocido cuento infantil y producido por Venevisión en 1983. Allí encarnaba a la cucarachita y Joselo al ratón Pérez.
La Cucarachita Martínez, con Mary Soliani y
Delia Dorta, como la cotorra.
La vida sentimental de Mary es conocida: casada
con Trino Mora en la década de los 70, con quien tuvo a su hijo Marco Trino, luego
tendría un breve matrimonio con Miguelángel Landa. La solidez del amor vendría
en quien menos se pensaba: el recientemente fallecido cómico Joselo,
supuestamente por esta misma época.
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Mary y su esposo, el comediante José Díaz, Joselo. Fuente: Internet. |
Por su parte, en una entrevista publicada el 29 de
agosto de 2011 en el diario El Tiempo, Joselo confesó que para él, ella era la
mujer perfecta. «…Con ella experimenté un
cambio de la tierra al cielo. Al lado de un gran hombre, y no detrás de él, hay
siempre una gran mujer».
Luego de su matrimonio, las actuaciones de Mary en la televisión
venezolana fueron escaseando. Se graduó de abogada y tuvo una que otra participación
especial en los musicales de De Fiesta
con Venevisión. Arquímedes Rivero la convenció para que protagonizara dos
unitarios en 1991: uno con Guillermo Dávila y otro con Jean Carlo Simancas y
Gustavo Rodríguez llamado Acorralada,
una versión de Proceso a Mariana Pineda,
de García Lorca, realizada por Ligia Lezama. Según algunos foros en internet,
en esa época le habrían ofrecido uno de los tantos roles que tuvo Mundo de Fieras, pero ella prefirió
hacer los unitarios pues dijo que tenía muchos compromisos con su trabajo que
le impedían dedicarse a estar meses grabando.
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Una sonrisa de niña / Fuente: Internet |
Según reseñó el diario Últimas Noticias el lunes 7 de
enero de 2013, durante el acto de sepelio la exactriz y abogada agradeció a
todos los presentes su asistencia. «Joselo
me hizo la mujer más feliz”, señaló Soliani, acotando que en el mundo no
volverá a existir un comediante tan humano y sensible como lo era su esposo.